Al descubierto

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La noche había finalizado, Lux había salido ya de la residencia de la pelirroja y se encontraba caminando por las calles de la ciudad levemente iluminadas por los rayos del sol que apenas salía, solo se escuchaba el sonido de sus sandalias revolviendo las piedras bajo sus pies.

Solo podía pensar en la noche anterior, en lo hermosa que se veía Katarina, como gozó bailando con ella, el estar en sus brazos en público, a pesar del pequeño inconveniente con el hermano de Kata, había sido una noche especial y sobretodo, inolvidable.

Sin saber en qué momento llego al edificio en el que vivía, fue sacada de sus pensamientos por una garganta aclarandose, haciéndola girar su cabeza.

—Creo que pasaste buena noche— comentó una voz masculina —...¿no hermanita?—

—¿Garen?...¡Garen!— corrió a los brazos de su hermano —¿qué haces aquí?—

—¿No puedo visitar a mi hermana?—

—Claro, pero no es normal que te alejes tanto del frente, o de la capital como tal—

—Bueno, me atrapaste, me encomendaron venir a ver cómo están las cosas por aquí—

—Vienes a vigilar me—

—No necesariamente...por cierto, veo que pasaste la noche afuera—

—¿Eh?...ah bueno, anoche la reina hizo una fiesta, un baile, para todos en la ciudad y me invitaron, así que...—

—Lux, no es regaño, solo curiosidad, a demás, ya todo el mundo sabe que tienes una amiguita en esta ciudad— la cara de Lux no podía estar más roja en ese momento.

—¿Qué?¿Cómo?¿Quién?—

—Rowan, me contó cuando nos vimos en la capital—

—Chismosos—

—Bueno...¿quieres decirme?—

—Mmmm....no, me gusta esta chica y no dejaré que me pongas en ridículo con ella—

—Yo ¿ponerte en ridículo?—

—Si...cuando sea algo concreto, talvez te diga—

—¿Al menos puedo saber cómo es?—

—Alta, de ojos verdes, con cuerpo de Diosa, algo agresiva por fuera, pero es muy dulce conmigo, es mayor que yo...y es todo lo que puedo decir manteniendo el secreto de quién es—

—Aguafiestas...pero debo decirte, que te ves muy bien...excepto por tu cabello, que parece un nido de pájaros— burló señalando la cabeza de la menor y soltando una ligera risa —¿pasaste buena noche o dormiste?—

—¡No pienso contestar eso!— reprochó sonrojada.

Luego de eso la menor termino de entrar llendo directamente a su habitación para tomar un buen baño y dormir un par de horas más.

En la tarde pasó un buen rato con su hermano, poniéndose al día de todo lo que pasaba en sus vidas durante los últimos meses, incluso le llevó un montón de cartas que habían llegado a su casa, pero no habían enviado a la ciudad por ser correo personal, entre ellos estaba la carta de su amiga contándole que su boda estaba planeada para dentro de dos meses.

Fue hasta que vio que el sol comenzaba a ocultarse que recordó algo "Medianamente importante" según ella.

—¿Sales?— preguntó el mayor.

—S-Si...los bares abrieron hace poco y tengo que supervisar que los chicos no se pongan locos— mintió, fallando miserablemente al tratarse de su hermano.

AMOR EN GUERRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora