¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sorprendentemente, me gusta alguien más, pero aún te extraño. Hay momentos en que el recuerdo de Nanami me asalta, como una sombra que no se puede sacudir. Eras una buena compañía, y aunque estoy tratando de seguir adelante, su ausencia pesa en mí.
Pero no debo pensarte más. Seguro que tu hijo o hija ya nació. La idea me hace sentir un vacío, y aunque trato de convencerme de que no me importa, una parte de mí sabe que eso no es del todo cierto. Supongo que es más fácil decirlo que realmente sentirlo.
¿Por que Gojo llega tan tarde? Está tardando más de lo normal. Siempre es impuntual, y eso me frustra. Es como si el tiempo no significara nada para él, como si estuviera en su propio mundo, ajeno a los demás. Siempre hay una excusa, un comentario despreocupado que me recuerda que su concepto del tiempo es diferente al mío. Odio eso; debería cambiar sus malas costumbres. Tonto.
Y en medio de mi irritación, hay una pequeña chispa de emoción. La verdad es que, cuando estoy con él, me siento viva, aunque mis pensamientos vaguen hacia Nanami en esos momentos inesperados.
Y cuando finalmente beso a Gojo, incluso en medio de su calidez, no puedo evitar recordar esos instantes con Nanami. La conexión que compartimos, las promesas susurradas. Es un conflicto constante. Disfruto de este nuevo comienzo, pero en el fondo, una parte de mí siempre estará ligada a lo que tuvimos.
Cada beso que comparto con Gojo me recuerda lo que he perdido y lo que podría haber sido, como si la sombra de Nanami siempre estuviera al acecho, recordándome la fragilidad de las elecciones que hacemos. Y mientras espero, a menudo me pregunto si su impuntualidad es solo una característica de su personalidad o si es una señal de que nunca estará completamente presente en mi vida, incluso cuando todo lo demás parece ir bien.