-Bien, chicas, esta es vuestra habitación.
Sin más el hombre se va dejándonos solas. No tenemos demasiado tiempo, realmente. Debo prepararme mentalmente de todo lo que pasará. Yo sólo quería asegurarme de cuidar a mi hermano, no quiero que vaya a la guerra solo y no vuelva más a casa. No quiero decepcionar a mis padres.
-¿Qué hay de ti?- Ryujin se acerca por detrás, tomando mis hombros.- No es el primer año que me entreno en este lugar. Tú... honestamente no pareces muy... -se queda callada unos segundos. Entonces empieza a reír y me suelta.- No pareces muy fuerte, en ningún ámbito.
-No pretendo parecerlo.-me doy la vuelta, la puerta está cerrada. Nadie nos escucha. La observo a los ojos.
-Eres débil, una novata, una princesa...¿verdad? ¿por qué estás aquí realmente? -me sonríe, hace de su largo cabello pelirrojo una coleta.
A través de una de las ventanas veo a Vernon pasar. Ryujin también le observa, entonces se da media vuelta, dispuesta a irse hacia él. Casi a punto de abrir la puerta, dejo fluir una risa, ella me observa al momento.
-Estás celosa...- susurro, mordiendo mi labio inferior divertida.
-¿Por qué dices eso?- me mira incrédula, arremangándose las mangas de su camisa militar.
-Es obvio... -susurro, en un tono tímido pero juguetón.- ¿Ya no eres la única mujer aquí, no? Ahora tienes competencia...
De hecho, eso explica la actitud de Ryujin en muchas ocasiones. Y no sólo eso, a millas se ve que babea por Vernon. Desde la cena de anoche, cuando ella se acercaba a su oído, jugaba con los botones de su camisa o cuando en una ocasión se sentó en sus piernas.
-Agh... ¿En serio? ¿Crees que yo tengo envidia de ti?- me observa unos segundos, sorprendida, muy sorprendida.
-Sí, sí la tienes. Y créeme, eres muy evidente.- paso por su lado sin más.- Hasta luego, princesa... -le sonrío, y finalmente salgo por la puerta, dejándola sola.
Veo a Vernon caminando de espaldas, lleva la gorra militar del centro. Corro hacia él acabando de abrochar los botones de mi camisa. Cuando llego a su costado, observo que ya le han rapado la cabeza. Una risa se escapa de mis labios y golpeo su hombro de forma amistosa.
-No te queda tan mal... Pareces una bola de billar, realmente... -una fuerte carcajada escapa de mis labios- te brilla la frente, amo esto.
Una vez llegamos al lugar, -se trata de un gran descampado al solitario y desértico- encontramos al sargento, en una posición totalmente imponente y seria.
-Shin Ryujin, ven a mi lado. Tú, que eres por el momento un gran ejemplo. Hazle una demostración a Laura sobre la prueba matutina.
¿prueba matutina?
-Correr con Laurita 3 veces alrededor del campo. Sí, señor.
¿Laurita? ¿Qué mierda?
-¿Desde cuándo me tuteas, Shin? Te da rabia no correr con un hombre calvo y cuadrado...
Sin más me preparo en el lugar, hago una reverencia al sargento y todos los hombres que nos observan empiezan a silbar. Ryujin sonríe triunfadora, ella se sube más arriba los pantalones y se hace una coleta, resaltando sus notorias clavículas y mandíbulas.
Miradas babosas por doquier, incluso el sargento quién trata de disimularlo mirando a otros lados de forma seria y desinteresada.
Yo tan sólo saboreo mis labios. Ponerla celosa es mi objetivo. Son patéticas mis intenciones, muy tonta mi manera de reaccionar. Pero yo tan sólo busco diversión. Así que si hace falta, me quedo en bragas delante de todos esos hombres sólo para enloquecerla de celos.
Bien... este es el capítulo tres, vamos bien, no está saliendo mal.
Si en algún momento os gustaría sugerir algo en la historia o tenéis críticas constructivas, me lo podéis escribir todo por comentarios, en el apartado de conversaciones del perfil o en los mensajes privados. Yo lo leeré ❤✨
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Stronger Mind- Shin Ryujin
FanfictionCorea del sur, nos ubicamos en el servicio militar. El país está a punto de entrar en guerra y accede la primera mujer coreana en los entrenamientos. Mujer fuerte, fría, calculadora, ignorante, pero sobretodo fuerte. Finalmente, accede una segunda m...