La felicidad. Algunos piensan que es imposible conseguirla. Otros en cambio creen vivir en ella constantemente. Para mí, son momentos. A veces te sientes radiante de energía. Quieres permanecer en ese instante, que sea infinito.
Y eso es lo que experimentaba ahora mismo. Aquí en el coche conduciendo mientras cantaba con Carina. El tacto de su mano contra la mía es lo único en lo que pensaba.
Había olvidado lo que era sentir con tal solo un tacto, lo que podía transmitirse con ese pequeño acto. Sonreí al escuchar a Carina cantando concentrada en la carretera por donde íbamos. Estábamos a menos de de 3 minutos de llegar a donde pasaríamos el fin de semana. Cuando me había preguntado sobre cuanto faltaba por llegar le mentí. Le dije que faltaba aún una hora para llegar aunque la realidad es que en ese momento faltaba 15 minutos. La razón de mi engaño había sido su impaciencia. Sabia que si le hubiera comentado que solo faltaba 15 minutos estaría inquieta y se le hubiera hecho mucho mas largo. En cambio, así estaba ahora a mi lado disfrutando del camino.
Puse el indicador a la derecha para meterme por el pequeño sendero que terminaba a donde íbamos. Desvíe mi mirada hacia Carina para ver que prestaba atención a todo lo que se veía fuera. Pero en ningún momento preguntó.
Una pequeña casa de color blanca apareció a lo lejos del ultimo tramo de sendero. Mi pensamientos corrieron por un segundo. Recorrieron tantos recuerdos. Pero con la misma rapidez que vinieron los expulse de mi mente tras mirar a Carina. En su rostro aparecía un sonrisa. Me miro y dejo de cantar. Aparqué el coche en el espacio que estaba al lado de la casa.
- Llegamos. - Dije viendo como empezaba a investigar visualmente el exterior de la casa.
- Con que quedaba como una hora. - Dijo Carina aun sin mirarme.
- Quería que te relajaras. Y por lo que veo, sirvió. Ahora, ¿quieres bajar o quieres que nos quedemos aquí admirando la casa por fuera?
- Que graciosa. - Dijo Carina abriendo la puerta del coche.
Me baje del coche también y le hice señas con la mano para dirigirnos a la entrada de la casa. Donde aparecía un letrero estropeado. En él ponía "Familia Bishop". A mi mente vino el momento en que mi padre y yo lo habíamos colocado.
- ¿Es tuya? - Preguntó Carina mirando al mismo punto donde estaban enfocados mis ojos.
- Si, era de mis padres. Es la única propiedad que conservé. - Dije cogiendo su mano para ir hacia la entrada de la casa. - Hace un tiempo que no vengo.
Cogí las llaves del bolsillo trasero de mi vaquero con el brazo que me quedaba libre ya que con la otra sujetaba la mano de Carina. Le di un beso en los labios y solté su mano para poder abrir la puerta.
- Bienvenida a la casa Bishop. - Dije abriendo la puerta haciéndome a un lado para dejar que pasara antes.
- Guau.
- Si. - Dije mirando al salón. Era una casa hogareña. Mi madre tenía un buen gusto y cada detalle de la casa mostraba su toque.
- Es hermosa. Gracias por traerme. - Dijo Carina mirándome a los ojos mientras tomaba mis manos y se acercaba a darme un beso en la mejilla.
- Me alegro que te guste. Tuve tantos instantes con mis padres aquí cuando veníamos en verano. Era un lugar para nosotros solos. Como trabajaban tanto aprovechábamos cada segundo aquí antes de volver a la realidad de sus vidas. - Dije entrando al salón.
- Y yo me alegro que me hayas traído. Significa mucho para mí que te estés abriendo así. - Dijo Carina mientras me abrazaba desde atrás apoyando su cabeza en mi hombro.
- Te dije que de verdad me importa esto. Me gustas Carina y quiero que esto vaya por el camino correcto. Nada de otras personas, nada de impedimentos. Deseo tanto encontrar algo como lo que tenían mis padres. - Le dije sincerándome. - Mis padres se amaban tanto. Era un amor puro, cuando se miraban parecía que no existía nada mas a su alrededor. Y es lo que quiero.
- Yo también quiero eso. - Dijo Carina dándome la vuelta para besarme.
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Su encanto tan sencillo (fanfic marina)
RomanceDesearía no perderme en sus pupilas como lo hacia. Era tan hermosa. ¿El problema? ¿Cómo iba siquiera a aprobar su asignatura si no me podía concentrar en nada mas que su belleza? Como podía haber tanta casualidad de que mi cita a ciegas también fuer...