Capítulo 28: Amor real

109 11 7
                                    

Primer Viernes

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Primer Viernes.
Juego del equipo Wolfs contra los Pirates de la Institución Scott.

¡Bienvenidos de nuevo Wolfs!

Las personas empezaron a gritar con tanto ánimo. No paraban de estar alegres por el regreso al campo y ver a sus jugadores favoritos ganar otro juego contra la institución de al lado.

—¿Estas listo?— Angee se asomaba a la barandilla, viendo a ese jugador #1 prepararse para ese juego.

—¡Obvio que si hermanita!— Con tanto ánimo grito.

—¡Así se habla, Nath!— Aplaudía con tantas fuerzas —¡Ah! Debo decirte que mamá y papá ya están aquí. Están sentados en primera fila—. Se dio la vuelta apuntando aquella pareja que estaba entre la multitud.

—¡Okay, hay que ganar!

—Lo harás bien— Se alzó para abrazarlo. —¡Suerte!

Lo soltó y él solo le dio un beso en su frente. Con tanta alegría solo Angee se separó y lo vio con tanto amor; Era su hermano y lo era todo a pesar de que se peleen o se querían pero era demasiado para ella.

—Estaré sentada por allá— Se acerco a mi y me señaló los pocos asientos donde estaban Leah y Esther, ahora también con Kiara.—No te pierdas, estaremos juntas.

Asentí cuando ella se alejó dejándome con Nathan. Ahí estaba parado tratando de arreglarse bien el uniforme, solo me acerqué a la barandilla moviendo mis brazos hacia él para ayudarle.

—Se nota que eres muy apurado— Hable cuando él dejó que continuara acomodando su uniforme; Ese uniforme pesado.

—Soy muy inquieto y no puedo parar de hacer todo a la carrera.

Reía un poco mientras apretaba ambos labios para que no se fijara en ello.

—Demasiado— Rodee mis ojos ante lo que dijo.

—¡Williams!— Nuevamente el entrenador gritó con desesperación al no ver a Nathan moverse de donde estaba. —¡Aposiciones ya!

Lo vi cuando él asintió al momento que lo aparté de mi; luego de terminar de arreglar su uniforme. El estaba cerca, con sus pies sostenidos de una pequeña madera que lo alzaba hacia la barandilla. Queriendo acercarse más ya que tenía mi rostro lo más cerca a sus suspiros.

—Suerte, capitán— Capte su atención cuando mis dedos volvieron a encajar con su cabello. Despeinando un poco de él mientras solo lo miraba.

—¿Ya no soy tu príncipe encantador?— Hablo apartando mi mano para solo entrelazarla con la suya.

—Te queda mejor el apodo "capitán".

La molesta bulla de las personas no nos dejaba hablar con claridad. A él no le importaba dar un grito para que se calmaran, apenas había tocado la banda y ya eso los animo demasiado a todos. Haciendo que parecieran un montón de animales salvajes queriendo escapar de alguna jaula que los detenía.

The Crush © [ En proceso ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora