CAPITULO 7

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Pegue mi espalda a la puerta, temía tenerlo tan cerca de mi.

— No debes alejarte de mi pequeña —. Acarició levemente mi pierna

Pero yo la quite bruscamente, no quería que él me tocara.

Ví como movió su barbilla con molestia, y sin que yo pudiera reaccionar él tomó fuertemente las muñecas de mis manos.

— ¡Ahh! —. Me queje de dolor

— Escuchame bien Mónica cuando tú seas mi esposa tendrás que entregarme tu cuerpo —. Abrí los ojos de golpe

— ¡No, tú jamás mencionaste algo de sexo! —. Grite

— ¿Entonces por que te compre? —. Arrugue la frente confundida

Me perdí en su mirada obscura pensando en sus palabras.

— Porque soy virgen —. Susurré

— Así es, no solamente te compre por la virginidad Mónica, aunque no la tuvieras yo te hubiera comprado —. Soltó el agarre de mis muñecas

— ¿De que estas hablando Sebastián? —. Pregunte

— Tú fuiste mía desde el primer momento en que te ví, tan tierna, tan hermosa, tan amable —. Sonrió recordando algo

— ¡Yo jamás en mi vida te había visto! —. Frunci el ceño molesta

— Claro que si Mónica —. Aseguró

Me aleje de él, pensando en sus palabras, recargue mi espalda en el respaldo de los asientos del auto.

Mire mis pies, tratando de recordarlo, hasta que...

                   FLASHBACK

— ¿Por que me tienes que traer a lugares como estos Nathalia? —. Pregunte arrugando la frente molesta

Solo me miro y sonrió, me tomo de la mano y empezó a jalarme, pasando con cuidado por las personas que bailaban en la discoteca.

— Tienes que distraerte —. Sonrió dejándome frente a una mesa llena de chicos

— No puedo, sabés que esta enferma mi madre —. Hable con pesadez

— Tú también tienes vida Mónica —. Me señalo un lugar aún lado de un chico pelinegro

— Sientate y relajate —. Susurro cerca de mi oído

Rodé los ojos molesta, mientras me sentaba aun lado del chico.

Él no dejaba de sonreírme con picardía, y de rozar su cuerpo con el mío.

Me alejaba de él con agilidad, pero sentía como pegaba su brazo con el mío.

— Voy al baño —. Le grite a mi amiga para que me escuchara

Ella asintió con la cabeza mientras seguía coqueteando con otro chico.

Él pelinegro me observo cauteloso, me moví con agilidad por la pista.

A lo lejos ví el baño, entre pegando mi espalda a la puerta.

Una chica me miro extrañada, solo me dedique a sonreír, ella copio mi gesto y siguió con lo suyo.

Me acerque a el lavamanos, observe mi reflejo.

Mi cara se veía pálida, por más que mi amiga trato de maquillarme no pudo ocultar la tristeza en mis ojos.

Tenía unas inmensas ojeras y mis ojos se veían hinchados por tanto llorar.

La chica paso por detrás de mi y salio por completo del baño.

Lave mis manos y con un poco de agua la pase por mi cabello rizado rebelde.

Suspire cansada, y salí del baño mirando mis zapatos, no me di cuenta y choque con algo fuertemente.

Levante la mirada y me tope con esos ojos azules, él me miro con curiosidad, observe a mi alrededor todos nos tenían puesto el ojo encima.

— Una disculpa —. Musite apenada

Sus ojos azules me clavaban el alma y hacían que entorpeciera.

— No te preocupes —. Su voz tan varonil causo algo dentro de mi

— ¿Quieres un trago? —. Preguntó

— No, gracias —. Negué repetidas veces con la cabeza

— Adiós —. Pase por un lado de él, su loción inundo mis fosas nasales

— Hasta luego Mónica —. Me detuve al escuchar mi nombre

— ¿Te dije mi nombre? —. Pregunte extrañada

— Escuche que tu amiga te llamo así —. Explico

Asentí con la cabeza y seguí con mi caminata.

Sentía como seguía observándome por detrás, me ponía muy nerviosa y no sabía la razón.

Solo recordaba aquellos ojos azules perforando mi ser.

             FIN DEL FLASHBACK

ME PERTENECES (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora