ME PERTENECES (+21)

CAPITULO 13✓

Abrí los ojos de golpe, me levante y observe en el lugar en el que me encontraba.

Era una enorme habitación, con dos mesitas de noche, armario y un hermoso baño.

Frunci el ceño confundida al ver vendajes en mis pies, piernas y un suero que corría por mi vena.

Lo quite de inmediato, sentí como todo me dio vuelvas, me senté hasta que pasara el mareo.

Cerré los ojos pero lo único que recordaba era haber caído frente a una gran mansión.

Escuche abrirse la puerta, mire aún hombre entrar por ella, me regalo una sonrisa triunfal.

Y entonces lo recordé...

                     FLASHBACK

— ¿Así que ella es tu prometida Sebastián? —. Un hombre de escasos cuarenta y tantos hablo 

— Así es —. Afirmo Sebastián

— Mónica él es Arturo, Arturo ella es Mónica —. Me sonrió y tomo con delicadeza mi mano

              FIN DEL FLASHBACK

— Arturo —. Pensé

Me levante de la cama con cuidado de no hacer un acto de estupidez.

— Tranquila, yo no voy a hacerte daño —. En su mirada pude notar sinceridad

— ¿Por que estoy aquí? —. Pregunte

— Te encontramos frente a la selva que conecta con la mansión —. Se acerco a pasos lentos

— Estabas muy herida, así que decidimos traerte hasta acá y curarte —. Me aleje de él, pero mi espalda choco con la pared

— ¿Sebastián sabe que estoy aquí? —. Mis uñas se aferraron a la pared al hacer esa pregunta

— No —. Negó repetidas veces con la cabeza

— Tu rostro demuestra pánico al decir su nombre, seguramente estas escapando de él —. Levantó una ceja

— ¿Por que lo supones? —. Pregunte con desconfianza

— Cuando te trajimos aquí, un doctor te revisó y tenías signos de violación —. Mi corazón se detuvo al escucharlo decir eso

— ¿Por que me estas ayudando? —. Mi vista se torno borrosa

— Porque quiero que te cases con mi hijo —. Levante la mirada, me mostró una sonrisa de oreja a oreja

— ¿De que me estas hablando? —. Mi voz era desconcertada

— Desde la primera vez que te ví, supe que eras la indicada para mi hijo... Una mirada tan dulce, unos gestos tiernos y sobre todo sabía que eras virgen —. Hizo un ademán con las manos

— Sabés que ya no lo soy —. Hable con amargura

— Lo se, pero eso no quita de que quiera que tú seas la esposa de mi hijo —. Explico

— ¿Y si él no quiere? —. Él fruncio el ceño confundido

— Si él no te quiere como esposa, yo te dejare libre —. Sonrió

— ¿No me estas mintiendo? —. Pregunte separándome de la pared

— No —. Afirmo

— Ahora te dejare que descanses —. Se dio la vuelta y salió por completo de la habitación

A la mente se me vinieron las palabras de Sebastián...

                    FLASHBACK

— ¿Conoces a Arturo? —. Su pregunta me saco de lugar

— ¡No, claro que no! —. Arrugue la frente confundida

— Cuando a él se le mete algo por los ojos, no hay poder humano que lo saque de esa idea —. Sus palabras me hicieron temblar

               FIN DEL FLASHBACK

Ahora entendía el porqué de sus palabras.