Capítulo 2.

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POV Yeny.
Ya había pasado un mes desde que había visto a Karl, los días siguientes los pasé muy felíz, pero como nada es eterno, la felicidad igual.

En los días que siguieron muchos amigos de mi padre fueron seguido a la casa, fumaban, tomaban y llevaban prostitutas a la casa, y cada vez que llegaba del trabajo se metían conmigo.

Hoy estaba un poco de mejor humor, ya hoy completaba el dinero necesario para comprar un apartamento para mí sola, me iría de esa casa, donde tarde o temprano, algo malo me podría pasar.

Ya iba llegando a mi casa y se oía la música de lejos, llegué y abrí la puerta, y como siempre el ambiente era el mismo, pero me extrañó, habían más personas y más botellas, no le tomé importancia y subí a mi habitación ignorando las asquerosas palabras de los amigos de mi padre.

Al estar en mi habitación, fui directo a donde tenía mis ahorros para poner mi sueldo de hoy y completar el dinero, pero cuál fue mi sorpresa al ver que estaba vacía, (así que esa es la razón de que halla tanta gente).

Me senté en el suelo a llorar hasta que sentí la puerta, me paré y abrí para encontrarme a mi padre enojado.

Pa: Eres una zorra!! Cómo te atreves a comer el dinero solo para ti.

Yo: Era de mi trabajo, lo quería para pagar mis medicinas, no para que tú, te lo gastaras en alcohol y putas!!!

Pa: Más respeto niña!! -me abofeteó- ahora por zorra como eres, vas a divertir a mis amigos.

Yo: De que ha...

—No pude terminar de hablar porque entraron tres hombre con sonrisas lujuriosas en la cara, miré a mi padre con lágrima pero el me ignoró y salió de la habitación.

Yo intenté correr para salir aunque sea por la ventana, pero uno de ellos el tomó la mano y me lanzó a la cama, entre los tres comenzaron a besarme y quitarme la ropa, yo solo lloraba y les pedía que pararan, pero ellos parecían no escuchar, cuando ya estaba en ropa interior, sentí golpes fuerte en el cuarto y de un momento a otro el tipo que tenía arriba despareció, yo tenía los ojos cerrados con lágrimas hasta que oí una voz que me calmó.

Karl: Perdón hermosa, siento tardar tanto.

Yo: Karl? -dije, el asintió y lo abracé- oh por dios me alegro tanto de que estés aquí.

Karl: Yo igual -dijo acariciando mi cabeza- pensaba venir antes, pero tuve asuntos que atender.

Yo: No importa -dije y comencé a llorar- me iban a violar, y mi padre lo iba a permitir.

Karl: Tranquila, ya no pasarás por nada más, ahora mismo te vas a vivir conmigo y olvidarás esta vida.

Yo: Que!? Me llevarás contigo?

Karl: Así es, desde el momento en que te vi, siento por ti un sentimiento de protección, ahora te sacaré de aquí, no necesitas está ropa, solo llévate algo que necesites.

Yo: Gracias, solo iré por algo de mi madre y mis medicinas.

Karl: Bien.

—Corrí por mí habitación y me puse un vestido hasta las rodillas, busqué la caja con el collar de mi mamá, mis medicamentos y fui con Karl.

Yo: Estoy lista.

Karl: Bien, sujétate -dijo, lo hice y nos teletransportó a su mansión- bienvenida a tu nuevo hogar.

Yo: Gracias, no se con que pueda pagarte.

Karl: No me dejes, tú serás a partir de hoy mi niña consentida, nada te pasará y pobre del que solo piense en tocarte un cabello.

Yo: Jamás lo haré, pero recuerda que quiero conocer a tus hijos.

Karl: Si está bien, pero por ahora eres MÍA, MI niña, y yo seré un padre amoroso por primera vez.

Yo: Claro que si papi -le dije y me sonrió- por cierto ¿me pondrás tu apellido?

Karl: Eso no se pregunta -me dijo- mañana mismo iremos a cambiarlo, ya tengo todo listo, mañana serás Yeny Sakamaki, mi hija.

Yo: Genial, mañana tendré tu apellido y por fin tendré un padre que me quiera.

Karl: No solo te querré, serás mi adoración, mi protegida, mi hija, mi debilidad.

Yo: No, yo no seré tu debilidad, seré TU fortaleza.

Karl: No hayejor forma de decirlo, Lina -dijo y apareció una chica- ella es mi hija Yeny, a partir de hoy, le harás caso en todo.

Lina: Hai Karl-sama, Yeny-sama, un placer servirle.

Yo: El gusto es mío Lina, y no me digas sama, se me hace extraño.

Lina: Pero.. -miró a Karl y el asintió- como diga Yeny.

Yo: Gracias, podemos ir a descansar?

Karl: Claro que si, ven yo te llevo.

Yo: Gracias papá.

—Karl me guió por su mansión (la cual debo decir, es inmensamente grande y hermosa), hasta una puerta de madera enorme, el la abrió y lo que vi me dejó boca abierta, el cuarto era hermoso, estaba pintado de un morado claro, tenía una cama de princesa, un escritorio, armario y baño.

Karl: Que te parece? -dijo ¿nervioso?

Yo: La verdad.. -dije suspirando y el bajó la cabeza- está hermosa, es la primera vez que tengo algo así para mí misma, gracias papi.

Karl: De nada mi niña -dijo el riendo- pide lo que quieras.

Yo: Gracias, por ahora solo quiero descansar.

Karl: Claro, en el armario hay ropa y pillamas, date un baño y descansa.

Yo: Buenas noches, descansa papi.

—Karl salió de la habitación con una sonrisa en el rostro, mientras que yo fui a buscar un pillama para ponerme cuando me bañe.

Luego de tomar un baño y cambiar mi ropa, caí en la cama, y con una sonrisa me dormí.

Este es el fin del capítulo, como no tengo mucha paciencia, ya en el otro la prota conocerá a los hermanos y uff no saben todo lo que pasará luego de eso, un beso bye🧛🏻‍♀️❣️❣️.

La Debilidad De Karl.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora