Naces solo, mueres solo.
Esa era la filosofía que regia completamente la vida de Owynn. Cosas como establecer vínculos con otras personas jamás fueron importantes en su mente, para él las personas solo servían de escalones para que pueda pasar sobre ellos y alcanzar la cima, donde según él, pertenecía. Por eso, no sintió remordimiento alguno cuando no solo estafo a uno de los peces gordos que tenía por cliente, sino que además hizo parecer que sus trabajadores habían sido parte de la estafa, inculpandolos casi por completo.
Era bastante simple, una vez establecido el lugar de encuentro y que el dinero ya hubiera sido depositado (cosa que logró gracias a años de ganarse su confianza) solo tenía que intercambiar el maletín con mercancía por uno falso, enviar al trío de idiotas en su lugar y por último, asegurarse que ninguno de ellos vuelvan a cruzarse en su camino. Así que, ¿Que mejor idea que involucrar a la policía también? Era perfecto. Si de casualidad, lograban escapar de la policía, sería cuestión de tiempo para que la mafia los matará por la estafa, así que no se preocupo de otra cosa que no fuera esfumarse con todo el dinero.
Así debió ser...
¿¡Entonces porque acabo así!?
Apenas estaba recuperando la conciencia cuando la brutalidad del dolor lo hizo caer en cuenta de la triste realidad. Estaba seguro que dos o tres costillas estaban rotas cuando le costó respirar y en lugar de aire salia sangre al exhalar. Sus lentes, probablemente rotos, terminaron en algún lugar de la habitación y pensó, que era mejor así no quería ni ver cuánta sangre suya estaba desparramada por el suelo y las paredes.
Intento abrir los ojos pero solo el derecho lo hizo sin dificultad. Paso la lengua por sus rotos e hinchados labios y saboreo con asco su propia sangre, cuando la volvió a meter noto la falta de dos dientes de arriba y uno de abajo. Escupió al suelo cuando sintió que iba a vomitar y elevó la cabeza, sentía un infernal dolor en las manos y los pies; eso sin mencionar los costados de su pecho. Había sido más horrible de lo que esperaba y apenas podía mantenerse consciente. Desde hace rato lo habían dejado en paz pero aún sentía los golpes, las cortadas eh inclusive la electricidad con la que lo torturaron.
Abrió la boca por supuesto, ni por el mejor sexo del mundo aguantaría tanto dolor, pero no contó con que, a pesar de haber hablado, seguirían torturandolo. Lo que parecian unos 10 o 15 minutos más de dolor, se sintieron como una eternidad para él.- Joder Vedil...¿¡Donde diablos estás cuando te necesito!?
Bajo la cabeza cuando su cuello no pudo más y empezó a cerrar el ojo, volviendo lentamente a caer inconciente.
- Despierta.
Abrió "los ojos" de golpe. Miro débilmente a ambos lados. Estaba solo.
- Quizás me dieron muy fuerte en la cabeza
- Owynn
De nuevo, miro a todos lados pero no podía identificar de donde venía la voz, se escuchaba cerca, muy cerca de hecho.
- H-Hola- jadeo patéticamente.
- Hasta que contestas muchacho, ya estaba preocupado- respondió una cantarina pero gruesa voz masculina.
- ¿V-Vedil?
- Así es pequeño, pero no hables tan alto por favor.
Ok. Definitivamente se estaba volviendo loco.
- ¿Q-Que? ¿Como?
- No hay tiempo para preguntas niño- corto importándole nada su opinión- solo quería felicitarte por tu gran trabajo.
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In the shadows
Ficção AdolescenteTodo el mundo piensa que tenemos un pequeño angel guardian que siempre nos cuida y nos protege, como una especie de barrera que siempre esta ahi en el momento exacto. Yo tambien llegue a pensar en eso, con una sola diferencia... ...Lo que me protege...