Dentro de la esperanza hay desesperación

56 4 8
                                    

Con algo de timidez, soltaron sus manos antes de entrar en el comedor, dónde, ya se encontraba el padre de la albina esperando. Se dedicaron una mirada de reojo junto con una sonrisa complice antes de tomar asiento, una frente a la otra, e inmediatamente trajeron la comida para dar inicio a la cena.
Solo el sonido de los cubiertos chocando eran lo único que se atrevía a romper el silencio sepulcral que se había instalado en la mesa. Ninguna se atrevía a ver a la otra por temor a que el dueño de la casa se diera cuenta de su, no tan discreta, nube rosa. No era que a Puppet le importara la opinión de su padre sobre con quien salía y con quién no, sino que apenas estaba volviendo a tener conexión con él sin que allá odio de por medio y lo que menos necesitaba ahora era que empezará un interrogatorio que, seguramente, la avergonzaría delante de la rubia. Por lo que se dedicó a degustar la comida en silencio, agradeciendo enormemente que su padre tampoco dijera nada además de alguno que otro comentario sobre su estadía. Antes de lo esperado, y sin darse cuenta, había terminado antes que todos, hizo amago de levantarse para llevar su plato a la cocina hasta que su padre la detuvo.

- Descuida, lo llevarán por tí ¿Lo olvidas?- comento con una sonrisa, su hija no había cambiado del todo, luego levanto la mano para hacer una seña a la sirvienta.

- lo sé pero, sabes que no me siento...- abrió la boca de la impresión, antes de mirar los ojos confusos de su padre y obligarse a volver a la normalidad-...c-cómoda.

Trago grueso y trato de actuar natural a pesar del sudor frío que se estaba acumulando en sus manos.¿Había visto bien?, ¿No era su imaginación jugandole una broma?, Debía confirmarlo cómo sea. Miro discretamente a su padre y cuando noto el caro e inseparable reloj de su muñeca aprovecho para afirmar sus sospechas.

- Oye papá ¿Me puedes decir la hora? Tengo que llamar a Mai antes de las 9- pregunto sin mirarlo mucho, pero sintiendo un gran alivio al pronunciar cada palabra sin titubear.

La rubia le dedicó una mirada confusa, a lo que la albina le contesto con un guiño para que le siguiera el juego. No muy convencida y sabiendo que luego le pediría una explicación, se mantuvo en silencio mientras Puppet veía atentamente cada movimiento de su padre, quien, algo extrañado por la repentina pregunta, levantó su brazo para mirar su reloj.

- Son las 8:30 pm, aún no es tan tarde- comento bajando el brazo.

Asintió a duras penas tragando grueso, ese vistazo había sido suficiente. Lo que Dominic no sabía, era que al levantar el brazo había expuesto algo que había ocultado celosamente desde hace mucho tiempo. Los colores bajaron de su rostro y trato lo mejor posible no horrorizarse para mantener una expresión serena, lo cual fue bastante difícil considerando el reciente descubrimiento que acababa de hacer, ahora sentía que en cualquier momento devolvería la comida. Chica, quien no había dejado de analizar el comportamiento de la albina, noto de inmediato el repentino cambio en su expresión, su rostro se puso pálido de golpe y no dejaba de mirar de reojo a su padre con cierto terror. Alterno su mirada de la hija al padre buscando qué la había alterado tanto y al no encontrar nada procedió con el plan B.

- Bueno, señor Toybox, le agradezco mucho por la cena y, de nuevo, por dejarnos pasar la noche- se levantó lanzandole una mirada a la albina, quien por reflejó la imitó poniéndose rápidamente a su lado- ya nos retiramos a nuestra habitación. Ha sido un día largo.

- si, eh, gracias papá, buenas noches.- rasco su nuca nerviosamente, mirando el piso como si fuera lo más interesante en el mundo. Dominic aún extrañado por el comportamiento de su hija, asintió antes de levantarse también.

In the shadowsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora