Mis ojos miraban con confusión a mi compañero que seguía sosteniendo lo que había quedado del diente de león; sus ojos me observaban llenos de anhelo y el silencio entre ambos permaneció por medio minuto.
—¿Qué dijiste? —Quise saber si había escuchado mal.
—Oh, lo siento —respondió, nervioso—. No debí decir eso, se podría malinterpretar. Me refería a ser tu favorito, nada más —esbozó una sonrisa.
—Ah... Te refieres a eso.
—¿Por qué? ¿Pensaste que me refería a otra cosa? —Levantó su ceja.
Mis mejillas ardieron y bajé la cabeza.
—No, ¿cómo crees? Es solo que no comprendía.
—Bueno, creo que ya debemos irnos, hay algo que quiero darte.
—¿De qué se trata? —Dije, emocionada.
—Es una sorpresa —contestó en tono divertido.
Nos dirigimos hacia una calle muy comercial y a la mitad del camino, Dabih decidió taparme los ojos con sus manos mientras me guiaba al lugar donde estaría la sorpresa.
Sentí que entramos a una tienda y oí algunos ladridos.
—¿Tiene lo que le pedí? —Lo oí decir.
—Sí, joven. Por aquí —era la voz de un señor.
Nos detuvimos y él retiró sus manos, exclamando:
—¡Sorpresa!
Delante de mí se hallaba un lindo cachorro de raza Pomerania, gran parte de su pelaje era de color negro. Miré a Dabih para confirmar si esa era la sorpresa.
—Ahora será tu cachorro —afirmó ladeando la cabeza—, a menos de que no lo quieras.
—¡¿Qué?! ¡Jamás rechazaría a este cachorrito! —Vi al perrito con ternura y lo acaricié llena de alegría.
No esperaba una sorpresa como esa, siempre había querido tener una mascota, desistía de la idea porque de seguro a mi madre le iba a causar molestia y era lo que menos quería; sin embargo, ya no me estaba importando lo que dijera o pensara mi madre, así que acepté con mucha alegría a Tata (nombre que decidí colocarle).
De regreso a casa, Dabih llevaba a Tata en sus brazos mientras le hablaba con dulzura como si se tratara de un bebé y en sus ojos había muestras de afecto.
—¿Tuviste mascotas antes de ser una estrella? —Le pregunté.
—Sí, tan lindo como este, su nombre es Yeontan —suspiró—. Espero que pronto pueda tenerlo nuevamente conmigo.
—¿Cómo podrías?
—Ahorita no está conmigo porque pertenezco a una constelación ajena, pero, cuando forme mi propia constelación podré incluir a mi Yeontan.
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Los siete caballeros del espacio
FanficUna chica con una vida dolorosa y siete chicos (estrellas) que vinieron desde el espacio para protegerla. Se enfrentarán a enemigos peligrosos que están bajo las órdenes de Cronos, quien planea destruir a Rea (la diosa madre) y el orden del universo.