Tuvimos un viaje escolar en el cual tuve que alejarme de los chicos en la noche porque los dormitorios de las chicas estaban separados de los de ellos y, a pesar de que iba a estar entre el grupo de Verónica, no sentía miedo como antes, la verdad es que ni siquiera pensaba en lo que podrían hacerme debido a que en mis pensamientos solo había lugar para Heze y Dabih. ¿Qué diablos se supone que iba a hacer? En los días anteriores Heze se portó de lo más tierno conmigo y todos parecían estar de acuerdo con nuestra relación; y bueno, Dabih usó la flor del sueño algunas noches haciendo que nuestros encuentros se volvieran cada vez más peligrosos y me daba miedo que Alpherg se diera cuenta de lo que estábamos haciendo. Intenté hacer que Dabih entendiera lo difícil de la situación, sin embargo, él me prometía que no haría nada que yo no quisiera y que era la única forma de poder hablar conmigo porque con los chicos esto era imposible. ¿Estaba traicionando a Heze? Creo que sí y me sentía culpable, pero cuando estaba con Dabih sentía que valía la pena y que podría vivir con la culpa.
Seguía pensando mientras estaba recostada en la cama de la habitación que compartía con otras tres chicas, cuando de la nada unas manos taparon mi boca con fuerza y otras me sostuvieron por mis extremidades. Colocaron cinta adhesiva sobre mi boca y me sacaron a rastras hasta una zona boscosa que se hallaba cerca de los dormitorios de las chicas. Era tarde y los maestros encargados estaban dormidos, así que a Verónica y a sus seguidoras se les hizo fácil sacarme del lugar; eran unas diez chicas y todas reían como locas.
Me hicieron arrodillarme en medio de ellas mientras Verónica se puso delante de mí y me echó una cubeta de agua helada.
—Hola, perrita —dijo en forma burlona—. ¿Dónde están tus amigos? Ah, cierto, ellos no podrán venir a defenderte —dejó salir una carcajada—. ¿Acaso creíste que la amenaza de tu amiguito haría efecto en mí? Se equivocaron, yo no soy como la tonta de Francis que se acobardó... No les tengo miedo y mucho menos a una idiota como tú.
Luchaba por soltarme del fuerte agarre de mis opresoras y al tratar de gritar solo se oían mugidos. Mis ojos ya no estaban llenos de miedo, sino de odio y ella se dio cuenta; arrancó sin clemencia la cinta adhesiva.
—Vaya, la perrita parece que quiere matarme en este momento —se mofó.
—¿Por qué me hacen esto? —Mascullé sin dejar de verla a la cara.
—Umm... Si supieras que no tengo idea, fue algo que pasó, un día te vimos y nos dio ganas de molestarte y como eres una tonta te convertimos en nuestra perrita.
Respiraba con fuerza, tenía mucha rabia de solo escucharla.
—¿Qué quieres de mí? Dime, ¡ya déjame en paz!
Ella se sorprendió por mi respuesta y giró a ver a las otras que comenzaron a reír. Se acercó y me dio una bofetada.
—Ahora te defiendes, ¡demonios! Andar con esos chicos te hace actuar con altivez y, eso no me gusta.
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Los siete caballeros del espacio
FanfictionUna chica con una vida dolorosa y siete chicos (estrellas) que vinieron desde el espacio para protegerla. Se enfrentarán a enemigos peligrosos que están bajo las órdenes de Cronos, quien planea destruir a Rea (la diosa madre) y el orden del universo.