C17 • Se Acabó

443 47 34
                                    

Dante despertó repentinamente al no sentir el calor de Minerva a su lado, con un hueco en el estómago al darse cuenta de que ya no estaba en esa habitación.  Su cuerpo temblando con la frialdad de su partida.

Dante: Minni... no me hagas esto mi amor.. [dijo en voz baja corriendo una mano por su pelo]

Notando ese sobre en la mesita, lo tomó en sus manos, las fotografías cayendo en la cama al abrirlo, eran el y Carla en posiciones comprometedoras, y junto con ellas una nota de Minerva.

Casanova,
Cuando leas esto ya no estaré a tu lado, y no quiero que me busques por favor.  Esto que pasó entre nosotros fue lindo mientras duró, pero ya no dio para más.  No soy capaz de perdonar una traición de esta magnitud, después de que te entregué todo de mi, venciendo mis temores, bajando mi guardia, y mostrándote la verdadera Minerva.  Mi dignidad y amor propio no me lo permitirían.  Espero que haya valido la pena, perdiste mi respeto, mi amor, y todo un futuro juntos por un rato de placer con esa mujer.  Hasta nunca,
-Minerva

Dante no sabía que hacer, una gran desesperación creció en el al leer esa nota.  Minerva no podía hacer esto, no podía dejarlo.  Esas fotos, todo fue una trampa para separarlos, de eso no tenía duda alguna.  Vistiéndose rápidamente, salió de ahí en busca de su amor.

Mansión Cervantes - 2:15 P.M.

Minerva sabía muy bien que Dante no la dejaría ir tan fácilmente, y tenía todo calculado para ese momento que el apareció en su casa, sonando el timbre hasta que una de las muchachas le abrió.

Dante: ¿Dónde está? ¿Dónde está Minerva? Necesito hablar con ella.

Jacinta: La seño está algo ocupada.. dijo que no la molestarán.

Dante: De aquí no me muevo hasta que ella me reciba ¡Minerva! [gritó]

Minerva: ¡Pero que es este escándalo!

Minerva salió del despacho, su corazón acelerándose al ver a Dante de nuevo.  Un simple gesto, y la muchacha entendió, retirándose y dejándolos solos.

Minerva: ¿Qué haces aquí?

Dante: Minni, mi amor, me tienes que escuchar.. esas fotos.. todo fue—

Minerva: No me interesa escuchar tus excusas, Casanova. Con esas fotos todo me quedo muy claro. ¿No bastó con esa nota? ¡No te quiero volver a ver!

Dente sentía un puñal enterrarse en su corazón con esas palabras, con esa frialdad con la que Minerva lo miraba. Estaba a punto de seguir sus súplicas cuando un joven salió del despacho donde Minerva había estado, y camino hacia ella, abrazándola por la espalda, poniendo su mentón sobre su hombro.

Fabricio: ¿Todo bien, preciosa? [preguntó besando su mejilla]

Minerva: Claro, todo bien, corazón.  Ya se va él, ¿no es así, Casanova?

Dante: Esto es una broma, ¿verdad? Minerva.. lo nuestro no puede terminar así.  Entre Carla y yo—

Minerva no pudo más, y con su rostro colorado del coraje se acercó a Dante, soltándole una fuerte cachetada, y luego otra en la otra mejilla, dejándolo inmóvil de la impresión.

Minerva: ¡No me hables de esa pioja! Lo que hagan ustedes me importa un bledo.  Y si no te quedó claro permíteme repetirlo.  Lo nuestro terminó, Dante.. ¿me entiendes? ¡Se acabó! Y es mejor que te vayas.  Fabricio y yo tenemos cosas que hacer.

Con su corazón partiéndose en mil pedazos, Dante vio como Minerva le dio la espalda, y tomando la mano de ese tipo subió las escaleras, sin una mirada atrás.  No pudo controlar esas lágrimas llenas de dolor que escaparon de sus ojos, y no pudo hacer nada más que escapar de ahí.

Al entrar a su habitación, Minerva soltó la mano de Fabricio, recargándose en la puerta y cerrando sus ojos, tratando de controlar sus emociones.

Al entrar a su habitación, Minerva soltó la mano de Fabricio, recargándose en la puerta y cerrando sus ojos, tratando de controlar sus emociones

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Fabricio: Preciosa, ¿cómo te sientes? [preguntó acorralándola]

Minerva: Que pregunta es esa, niño.. claro que estoy bien.

Fabricio: Bueno.. sigamos nuestra conversación entonces.. No sabes lo feliz que me hizo tu llamada.  Desde que conociste a tu marido me hiciste a un lado, que mala.

Minerva: Por favor, Fabricio.  No te hablé para hablar del pasado, ni viejos reclamos.

Fabricio: Lo se, me hablaste para divertirnos, ¿qué no?

Minerva conectó su mirada con la suya, su corazón acelerándose.  Si, ella lo había llamado, pensando que quizá estando con alguien más lograría olvidar a Dante, sacarlo de su corazón.

Fabricio sonrió, y tomándola de la cintura la pegó a su cuerpo, besándola apasionadamente, llevándola a la cama.  Minerva cerró fuertemente sus ojos, dejándose llevar, Fabricio recostándola, besando su cuello mientras acariciaba sus piernas, subiendo sus manos hasta sus senos, apretándolos.

Minerva: Fabricio.. espera [susurró agitada]

Fabricio: Shh, solo disfrútalo preciosa, como tantas veces lo hemos hecho antes..

Fabricio la volvió a besar, pero Minerva ya no pudo seguir, sus caricias la repugnaban, y lo empujó, saliendo debajo de el.

Minerva: No, Fabricio.  Nada es como antes.  Es mejor que te vayas.

Fabricio: Pero, Minerva

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Fabricio: Pero, Minerva..

Minerva: Nada de peros, ¡vete! ¡Quiero estar sola, lárgate ya! [gritó levantando su camisa y aventándosela, empujándolo fuera de su habitación]

Estando sola no pudo más y se volvió a desmoronar en llanto, abrazándose a si misma y dejándose caer sentada en el piso.

Minerva: ¿Por que, Dante? ¿Por que, maldita sea? [sollozó]

Esos dos corazones sufrían el gran dolor de una decepción, creyendo haber perdido el más bello amor, uno que llegó a cambiar sus vidas.  Y bien dice el dicho, la calma llega después de la tormenta ¿Pero cuánto durará esa tormenta?  ¿Una que apenas comienza y aparenta no tener un fin?

Para Minerva solo había una solución.  El llanto no cesaba, pero como pudo hizo una maleta, y acompañada de su chofer, se fue al único lugar donde siempre se sentía protegida, su dominio, la Hacienda La Reina.

La Reina [Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora