⠀⠀24. venganza

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El mes de octubre pasó más rápido de lo que Leiko hubiese querido. Apenas tuvieron tiempo de descansar esos últimos meses por lo que estaban agotados. El día de antes de las preliminares, decidieron tomárselo con calma. Después de todo el esfuerzo que habían hecho esos últimos meses, se lo merecían. 

Y después de un largo sueño de diez horas y una hora y media de viaje en el autobús, todos ya se encontraban frente al Gimnasio Municipal de Sendai para cobrar venganza por lo ocurrido en el Interescolar. En la entrada encontraron al equipo de Johzenji, equipo en el que Leiko pudo reconocer al chico rubio que las atrapó a ella y a Kiyoko la tarde en la que los chicos lograron clasificarse para el torneo.

—Es ese chico —señaló Leiko a Yūji Terushima, el capitán de Johzenji. Al pasar frente ese equipo, Tsukishima se encargó con una sola mirada de que ese chico no volviera a acercarse a Leiko.

Cuando ya estuvieron dentro del gimnasio calentando para su primer partido, Leiko buscó con la mirada a Hinata. Todos ya estaban preparados para salir pero no lograban encontrar al pelirrojo de primer año.

—Leiko, ¿puedes ver si encuentras a Hinata en el pasillo de los baños? —le preguntó Daichi.

—Claro —asintió la chica partiendo hacia el pasillo de los baños. Se preguntaba si le había pasado algo a Hinata así que intentó acelerar el paso. Al llegar al pasillo en cuestión, entendió por qué el chico tardaba tanto en volver: había sido acorralado por Oikawa, Iwaizumi y Ushijima y se encontraba en medio de una pequeña discusión entre los tres mayores. A Leiko no le hacía mucha ilusión volver a encontrarse con Oikawa, pero tenía que sacar a Hinata de ahí antes de que el pobre se hiciera caca encima—. ¡Shoyo!

El nombrado se giró rápidamente al escuchar su nombre, al igual que mucha gente que había alrededor presenciando la situación, y salió corriendo hacia Leiko. Por alguna razón, Hinata se puso detrás de Leiko, dejando que fuera ella la que quedara frente a frente con Oikawa e Iwaizumi, ya que Ushijima ya se había ido.

—Hajime, qué bueno verte —dijo Leiko con una sonrisa obviando a Oikawa quien estaba a su lado muriéndose de ganas de hablar con ella.

—Ha pasado mucho tiempo, Leiko —contestó él asintiendo con la cabeza una vez. Continuaron hablando durante unos minutos, Hinata y Oikawa se miraban de vez en cuando, Hinata por no entender lo que ocurría y Oikawa porque estaba deseando hablar con Leiko para disculparse.

—¡Iwa! —exclamó Oikawa perdiendo la paciencia.

—Ya me voy Leiko, ha sido bueno volver a hablar contigo. Vamos idiota —Iwaizumi intentó arrastrar a Oikawa con él, ya que sabía lo que el capitán de Seijoh había hecho y no quería que Leiko se sintiera incómoda. 

—Shoyo adelántate, creo que voy a tener que quedarme aquí un par de minutos más —pidió Leiko, a lo que Hinata asintió y se fue de allí.

—¡No me pienso ir, Iwa! —respondió soltándose del agarre de su amigo para girarse y encarar a Leiko. Antes de empezar a hablar respiró hondo—. Leiko, siento mucho lo que hice. Fue algo horrible de mi parte insistirte de esa manera para que volviéramos a salir juntos. Te sigo queriendo, y es probable que no deje de hacerlo nunca porque fuiste lo mejor que me pasó en la vida, pero sé que no podré pasar página nunca si no me perdonas. Por favor perdóname por lo que hice Lei, no soporto que estés enfadada conmigo.

Leiko calló durante unos segundos, pensando si aceptar o no la disculpa de Oikawa.

—¿Cuántas veces has practicado a decir todo eso frente al espejo de tu habitación, Kiwi? —contestó Leiko soltando una pequeña risa suspirada mientras negaba con su cabeza—. Te perdono, pero no voy a olvidar lo que pasó. Creo que es algo justo.

𝗜𝗖𝗘 ━━ kei tsukishimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora