⠀⠀23. clasificatorias

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Y después de muchas semanas bastante intensas, los partidos preliminares de la competición en la que se decidiría al representante de Miyagi para el torneo Nacional llegaron. Los chicos habían entrenado mucho para ello, y estaban decididos a darlo todo y ganar. Leiko por su parte también había vuelto a entrenar junto a Viktor para recuperar todos esos días que se había pasado en Tokio. Su competición en París estaba más cerca de lo que parecía y no podía relajarse ahora.

Ya habían llegado al pabellón, y se colocaron en un sitio donde pudieran descansar y mentalizarse de que pronto empezarían los partidos. Kiyoko le explicaba a Yachi que ella y Leiko tendrían que quedarse en la parte de arriba animando ya que solo se permitía que una mánager estuviera en la pista. Leiko observaba las caras de los chicos y empezó a reír al ver a Tanaka.

—Ryu no pongas esa cara, parece que vas a matar a alguien —rio Leiko mirando a su compañero.

—Intento intimidar a los otros equipos —respondió con una voz más grave y endureciendo aún más su rostro, a lo que Leiko continuó riendo.

—De verdad Ryu, no das miedo... ¡Noya! —exclamó al ver el rostro de Nishinoya—. ¡Quita tú también esa cara!

—Lei, estamos cerca de intimidarles —contestó también con la voz muy grave. Ambos estaban apoyados en la pared con los brazos cruzados, y mirando a todos aquellos que pasaban por delante con esa mirada tan «intimidante».

—No nos metáis en problemas por favor —pidió uniendo sus manos.

—¡Sin problema! —exclamaron cambiando su expresión por completo, siendo ahora más adorable. Aunque la cambiaron al instante al ver a dos chicos de otro equipo pasando por delante.

Leiko negó con la cabeza soltando una pequeña risa antes de fijar su mirada en sus demás compañeros.

—Hinata, ¿estás bien? —preguntaron Leiko y Yachi al ver la cara que ponía el pelirrojo.

—Estoy... bien...

Definitivamente no lo estaba, Hinata tenía ambos brazos sobre su barriga y caminaba encogido, pareciendo incluso más bajito de lo que ya era.

—Tenías que enfermarte después de comer tantos tazones de cerdo a primera hora —dijo Tsukishima con su sonrisa arrogante tan característica.

—Kei, cállate —respondió Leiko dándole a Kei una mirada de advertencia. Se giró hacia Yachi y dijo—: Hitoka, ¿no tienes alguna medicina que Hinata pueda tomar para calmar el dolor?

—Creo que tengo algo, voy a buscarlo —Leiko asintió con una pequeña sonrisa mientras que Yachi se agachaba frente a su bolsa.

—¡Idiota! ¡Hinata, estúpido idiota! —exclamó Kageyama señalando a Hinata.

—¡Kageyama, por favor!

—Después de recordar a Hinata vomitando, creo que yo también lo haré... —murmuró Yamaguchi tapando su boca con su mano.

—¡Ves al baño, rápido! —contestó Tsukishima.

—Y-yo también me siento mal por los nervios... —murmuró esta vez Asahi.

—¡Creía que estabas concentrándote no que aguantabas tus ganas de vomitar! —exclamó Sugawara.

«Cualquiera que nos vea no se creería que casi vencemos a Seijoh...» pensó Leiko mirando incrédula a todo el equipo. 

—¡Vamos a ver! —exclamó Leiko captando la atención de todos—. Shoyo sigue tomando la medicina y ponte en esa esquina de ahí para estar relajado. Asahi, Tadashi, id al baño si necesitáis vomitar, mejor ahora que en la cancha. Kageyama, abre tu vocabulario, parece que solo sabes decir «idiota» y Ryu, Noya... ¡dejad de poner esas caras!

𝗜𝗖𝗘 ━━ kei tsukishimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora