𝗜𝗖𝗘 ━━ kei tsukishima

⠀⠀29. nuevos recuerdos

Leiko soltó un gran bostezo al llegar al pasillo de las aulas de los alumnos de segundo año, apenas había dormido esa noche por haber estado recuperando todo aquello que llevaba retrasado por los días que estuvo en Paris añadidos a los días que pasó en el hospital inconsciente. Era viernes, pero no quería faltar más a clase cuando ya se encontraba perfectamente, por lo que, a pesar de lo que su madre le dijo, partió hacia Karasuno. Esa última semana, logró recordar partes de su viaje a Paris, además de la razón por la que fue ahí. Se sintió muy orgullosa de sí misma al enterarse de que había logrado clasificarse para el Grand Prix Final en su primer año como senior.

Pero aún no había rastro de Tsukishima en sus recuerdos más allá de las palabras que intercambiaron en el hospital.

Al entrar en el aula 2-5, muchos de sus compañeros de clase se lanzaron sobre ella, algunos muy preocupados al enterarse de lo que le ocurrió en Paris. También le preguntaron por su competición allí, y la felicitaron por haberse clasificado para el Grand Prix Final. «¡Tenemos a una famosa en nuestra clase!» exclamó uno de los compañeros de Leiko haciendo que la chica empezara a reír con las mejillas levemente sonrojadas.

—¿Estás segura que estás bien, Leiko? —le preguntó por quinta vez uno de sus compañeros, Eiji. Se sentaba delante de ella y, aunque no hablaban mucho, se llevaban bastante bien.

—Lo estoy, Eiji —rio la chica—. Ya me lo has preguntado cinco veces.

—¡Me preocupé cuando supe que estabas en el hospital! —exclamó sonrojándose levemente.

—¿Qué cosas has olvidado? —preguntó otra de sus compañeras, Yui, apareciendo a su lado. Ella se sentaba en el pupitre de al lado, aunque tampoco hablaban mucho.

Leiko tenía una relación amistosa con todos sus compañeros, aunque no pasaban de ser conocidos. La gente a la que consideraba sus amigos eran los chicos del club de voleibol de Karasuno.

—Yui... —murmuró Leiko mirando incrédula a la chica—. ¡Las he olvidado!

—¡Lo siento! —exclamó poniendo una mano sobre su boca al darse cuenta de lo que había dicho.

Eiji empezó a reír, al igual que Leiko y segundos más tarde Yui. En ese momento, el maestro de matemáticas entró por la puerta del aula, pidiendo silencio para poder empezar así su clase. Leiko atendió a esa clase y a todas las demás todo lo que pudo, pero por mucho que lo intentara, no podía dejar de pensar en otra cosa que en el club de voleibol. Hoy regresaría después de dos semanas, y temía no poder recordar a todos.

Koshi, Kiyoko, Daichi, Asahi, Ryu, Noya, Kei...

Repetía una y otra vez los nombres de todos sus amigos y compañeros del club a los que recordaba por el momento, le aterraba tanto olvidar algo más que no era capaz de explicar con palabras como se sentía. 

Cuando llegó la hora del almuerzo, Leiko tenía pensado quedarse en su aula a comer. No le apetecía mucho salir a caminar un poco por la escuela así que pensó que sería buena idea quedarse en su asiento y almorzar junto a Eiji y Yui. Ambos le propusieron quedarse con ella a la hora del almuerzo y ella aceptó, no quería quedarse sola.

Aunque sus planes fueron arruinados por dos personas que fueron a buscarle a su aula.

—¡Leiko Hirose, le exijo que venga aquí ahora mismo! —exclamó Sugawara posando sus dos manos sobre sus caderas y mirando a la chica con una expresión un tanto indignada.

—Ahora vuelvo —les dijo a Eiji y Yui, quienes miraron al chico de tercero un tanto extrañados.

Se dirigió hacia el chico con una sonrisa inocente pero al mismo tiempo muy tensa por miedo a lo que el chico pudiera hacerle. Al llegar junto a él vio detrás a Kiyoko.