ANIMALES {Arthur Shelby y tú} {Peaky blinders}

♠§ 𝐶𝐴𝑃 𝐶𝑈𝐴𝑇𝑅𝑂: 𝑃𝑅𝑂𝑃𝑈𝐸𝑆𝑇𝐴𝑆 𝐼𝑁𝐷𝐸𝐶𝐸𝑁𝑇𝐸𝑆 §♠

Ya había pasado un par de días desde que le enseñaste el club a Arthur. Estabas caminando hacia el muelle de Alfie. Al llegar Luther se te acerca. -Jefa, ya sé lo que traen las cargad de los Blinders-
-¿De verdad?- el chico solo asiente. -¿Qué traen?-
-Alcohol, escondido entre piezas de automóviles-
-¿Perdón? ¿Solo eso?-
-Si, solo eso, ya es algo ilegal-
-Si, pero por la forma en la que todo el mundo habla de los Peaky Blinders creía que sería algo más... más-
-La entiendo-
- Bien hecho Luther, sigue investigando-
-De acuerdo jefa- se va.
-Señorita Kray- aparece el ayudante de Alfie.
-Ollie, hola, está Alfie?-
-Si, siguame- te lleva con él.
-¡T/N!-
-¡Alfie! Hola compadre, qué tal?- le das un abrazo amistoso.
-Muy bien y tú?-
-Yo estoy bien, y si tú estás bien y mejor que vas a estar cuando te de esto- sacas una carta.
-¿Qué es eso?-
-Esto amigo mío es una invitación para la despedida de soltero de Reggie-
-¿Despedida de soltero? Creía que le dijiste que si engañaba a Frances le pegarías un tiro en la pierna-
-Solo será una noche, además, una despedida de soltero no cuenta.
-¿Y por qué no me la trae él?-
-Está ocupado con la boda. Pero antes de la despedida en sí Reggie me ha pedido que quedemos en el Angel, nosotros, tú y los Peaky Blinders-
-¿Por qué?-
-Quien sabe, irás verdad?-
-Por supuesto, dile a mi compadre que allí estaré-
-Perfecto, nos vemos compadre-

EN EL ANGEL DOS DÍAS DESPUÉS

Estabas detrás de la barra, ayudando a Allison y a Roy antes de que llegarán los invitados de la despedida. Los Peaky Blinders entran por la puerta, como siempre, llamando la atención.
Esta vez había un chico más, lo reconociste de inmediato. Se acercan a la barra.
-Hola T/N-
-Hola Tohmy-
-Hola T/N, qué tal?- pregunta Arthur.
-Bueno, el pub esta lleno a si qué la caja también, por lo que yo creo que bien-
-Entiendo. Te presento, o ya sabes quién es?- pregunta Thommy refiriendose al chico que venía con ellos
-La duda ofende, pues claro que se quien es- miras al chico en cuestión. -Un placer conocer te John, qué tal los niños?-
-¿Pero qué cojones?- dice este un poco asustado y comfuso, en compañía de las risas de Thom y Arthur.
-Hola Alfie- dices cuando lo ves entrar por la puerta.
-Salom compadres- Un rato después, tras la inesperada historia de Alfie sobre un viaje al desierto (que para nada venía al caso pero aún así todos escucharon con atención, como siempre) llegan tus hermanos.
Reggie llamó la atención de los allí presentes y dijo algo. -Caballeros, hermanita, os voy a hacer un resumen de lo que os quiero decir- le da una calada a su cigarrillo. -Hoy estamos aquí para celebrar mi puta despedida de soltero. Hoy, está totalmente prohibido hablar de negocios, ni de riñas del pasado. Hoy es una noche para olvidar los negocios, para que todos seamos amigos, una noche para para beber y para follar, y ya está, a si que yo propongo bebernos una copa y marchar nos al club Edem para pasar la mejor puta noche antes de mi boda-
-¡SI!- gritaron todos. Les llenas los vasos a todos.
-Oye Arthur- lo llamas, ya que estaba en frente tuya, al otro lado de la barra.
-¿Qué pasa?-
-¿Cómo va la restauración del club de boxeo?-
-Está quedando genial, deberías venir a verlo-
-Me pasaré un día de estos, cuando tenga un hueco o cuando me importe tanto como para ir-
-Que dura- tú solo le sonríes. -¿No estás asustada?
-Oh, debería estar lo?-
-Tú misma lo dijiste, soy la fuerza fruta de los Peaky Blinders, no te asusta que le pase algo a tu hermano?- pregunta vacilante.
-No me das ningún miedo Shelby- respondes con confianza para beber de tu vaso.
-Sé que dicen por ahí que soy un animal en el ring y en las peleas, pero sabes en qué más soy un animal?-
-Disculpa?-
-Soy un animal, en todos los sentidos, en la pelea, en los negocios, en la cama-
-A ver si estoy entendiendo- te acercas a él apoyando te en la barra. -¿Quieres hecharme un polvo?- dices casi en un susurro.
Imita el gesto que has hecho apenas hace un momento y se acerca a ti. -Eso suena mal, pero, si es verdad que ahora mismo te doblaba contra la barra- dice en el mismo tono que tú con su voz ronca. Te guiña un ojo.
-Ni en tus mejores sueños Shelby- le dices mientras te acercas aún más.
-Tú allí no tienes jurisdicción- su tono suena divertido, como si disfrutase de la situación.
-Eso ya lo veremos- te alejas. Y sales de detrás de la barra.

No lo ibas a negar, considerabas a Arthur Shelby un hombre bastante atractivo, esa voz ronca, ese carisma, y debes admitir que el bigote le daba cierto toque. Pero no ibas a caer, no, no ibas a dar le ese gusto.
Llegáis al club Edem, pasan las horas, y la noche se resume en bailar, beber, drogas... etc. Sólo estábais disfrutando de la noche, sin preocuparos por nada. Notabas como Arthur te miraba, si tus hermanos lo hubieran visto le habrían metido una bala en el cráneo. Para su suerte no lo vieron.

Al día siguiente te despiertas en tu habitación, la cual te daba vueltas. Al lado tenías a un chico rubio de ojos azules, no sabías su nombre. Simplemente te levantas y te diriges al baño, del cual bajas directamente a la cocina, dónde tu hermano Ronnie. -Buenos días Ronnie-
-Buenos días pequeña, has dormido bien?-
-Supongo que si
-¿Supones?-
-ni siquiera recuerdo cuando me he quedado dormida-
-No me extraña, te bebiste una botella de Ron y dos de ginebra-
-¿Enserio? ¿Me he dejado llevar tanto?- normalmente no bebías tanto, "el alcohol enturbia la mente" eso era lo que siempre dices.
-No te preocupes, era una noche especial- en eso Ronnie tenía razón, era una noche especial. -Ha sido una buena fiesta- dice él.
-Debe haber lo sido, no me acuerdo de nada-
-Eso es buena señal- los dos reís. Se escucha la puerta abrir se y cerrar se, sabías que había tenido que ser el chico cuyo rostro parecía esculpido por los ángeles, pero cuyo nombre eras incapaz de recordar. Cuando llevas un chico a casa suelen salir a escondidas, si tus hermanos los viesen...la sangre correría.
-¿Has oído eso?-
-¿El qué?- haciéndote la tonta.
-La puerta-
-Creo que el ron aún te está haciendo efecto-
-Te digo que he oído la puerta-
-Y yo te digo que no se ha oído nada- el sonido del teléfono interrumpe vuestra pequeña riña.