♠§ 𝐶𝐴𝑃 𝐶𝐴𝑇𝑂𝑅𝐶𝐸: 𝑇𝑅𝐴𝐼𝐶𝐼𝑂́𝑁 §♠

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Pasan los días y Reggie ya está en casa, recuperándose junto al amor de su amada esposa. Mañana es Navidad y habéis decidido hacer una cena los cuatro juntos en su casa. Es por la mañana cuando entras en tu gimnasio, deseando escapar del frío del invierno. Al entrar en el local todos te saludan, como era habitual. Entras en tu despacho y cierras la puerta, en ese momento sientea como una mano te tapa la boca para que no hagas ruido. Se te hiela la sangre. ¿Sabini viene a cumplir sus amenazas? Sientes un cosquilleo cuando el hombre te susurra al oído.
-Buenos días, jefa.
Te ríes mientras apartas el brazo de Arthur para darte la vuelta y mirarlo.
-¿Qué haces aquí?
Le preguntas sorprendida por su visita. Él te besa.
-Quería verte.
Vuelve a besarte.
-¿Solo has venido a verme?
Te ríes mientras baja sus besos a tu cuello con un sonido que solo puedes describir como un gruñido. Te quitas el abrigo, lo dejas caer al suelo y agarras su rostro entre tus manos para darle un beso.
-Me encantaría tener un rato de sexo apasionado contigo. -Le das otro beso.
-Pero tengo trabajo que hacer.
Le das un beso más antes de recoger tu abrigo del suelo.
-He pensado que esta noche podríamos ir al cine después de cenar.
-Es una idea estupenda. Ya que estás aquí, ¿quieres ver tu regalo? Dudo que sea algo apropiado para abrir en medio de un restaurante.
Te mira con curiosidad.
-¿Qué es?
Sacas una caja de tu escritorio y la dejas sobre este. Arthur la abre y se deslumbra ante los retoques de madera pulida de escopeta pequeña de doble cañón.
-¿A qué es bonita?
-Es casi tan preciosa como tú.
-Uhm, creo que ningún hombre me ha comparado nunca con un arma.
-Los hombres de hoy en día no saben hacer cumplidos.
Los dos os reis y después os abrazais.
-Me encanta.
-Me alegro, ahora vete y deja de distraerme.
Dices buscando irritarle, cosa que pareces lograr. A regañadientes, él se marcha.

El día se te pasa lento, muy lento, mientras terminas con todo el papeleo y el entrenamiento de los chicos. Pero cuando llega la noche sales a la calle para encontrarte con Arthur esperándote con su coche. Iba a ser la noche perfecta. Al principio habíais pensado en pasear por el muelle donde había empezado todo, pero hacía demasiado frío y no queríais pillar una pulmonía, por lo que os decantásteis por una cena y luego ir al cine. Al llegar al restaurante el encargado os guia hasta una mesa reservada para vosotros en una zona un poco más privada del local. Arthur pide agua y tú un vino, se está tomando muy en serio lo de dejar sus adicciones, y eso te hace muy feliz. También ha decidido retirarse del boxeo definitivamente. Te menciona que Alfie lo había invitado a una cena para celebrar lo bien que iban sus negocios juntos, lo cual te alegra enormemente también. Cuando termináis de cenar te entrega una caja, tu regalo. Al abrirlo ves un reluciente collar con gemas cristalinas, parecen diamantes, reales o no es otro tema.
-Oh dios mio, es perfecto.
-Nobte mereces menos.
Dice antes de dejar un beso en el dorso de tu mano. Luego se levanta de su asiento para ponerte el collar, deja un beso en tu hombro y vuelve a sentarse.
-Me encanta.
Le das la mano y empiezas a jugar con sus dedos mientras él te sonríe.
-He estado pensando, creo que deberíamos contarle todo a nuestras familias, ahora que las cosas están bien.
-Creo que es una buena idea, podemos organizar una fiesta de negocios y anunciarlo. Me muero por gritar a los cuatro vientos que eres totalmente mía.
Vuelve a besarte el dorso de la mano.
Te mira con unos ojos oscurecidos y habla con una voz ronca.
-¿Qué te parece si en vez de ir al cine vamos a mi casa?
-¿Hace falta que te responda?
Contestas con una sonrisa pícara.

No recuerdas en que momento llegáis a su casa o cuando quedáis ambos totalmente desnudos. Es como si hubieran entrado en un trance del que sales solo cuando sientes sus dedos recorriendo tu clítoris mientras te aprisiona contra la pared del salón. Repartes besos por todas las partes accesibles de su cuerpo. Cuando notas que empieza a desesperarse le haces parar, lo llevas al sofá, dónde se sienta para que tú te arrodilles ante él.
-¿Es cosa mía o tengo a la reina de la ciudad de rodillas ante mi polla?
-No, todo esto no es más que un sueño.
Respondes mientras empiezas a acariciar su miembro, el cual se endurece ante tu contacto. Acercas lentamente tus labios a él, despacio, como una tortura. Una toetura que Arthur se niega a seguir aguantando. Enrosca sus dedos en tu cabello, y empuja tu cabeza hacia su entrepierna y gimiendo al sentir el roce de tus labios. Cuando notas que está empezando a tensarse paras y subes a horcajadas sobre él.
-Están preciosa con el.
Dice pasando sus dedos por el collar.
-Tomate esta noche como un agradecimiento por ser tan caballeroso.
Dices antes de hacer que se hunda dentro de tí. Hecha su cabeza hacia atrás al sentirlo en lo más profundo mientras tú rompes en gemidos. Empiezas a montarlo hasta perder la noción del tiempo y del sentido.

Al día siguiente te marchas después de desayunar. Entras muy despacio en tu casa, tratando de no despertar a Ronnie, pero él ya está de pie frente a la puerta, con los brazos cruzados y la mirada seria. Al verlo te sobresaltas.
-Joder Ronnie, ¿qué haces ahí? Qué susto.
-¿Dónde coño has estado toda la noche?
Te sorprende su pregunta.
-¿Desde cuándo te metes tanto en mi vida?
-Te pasa noches fuera, tienes cosas nuevas y estás más feliz que de costumbre. Tú estás con alguien y me lo estás ocultando.
-Hermano, todavía no, pero pronto te contaré lo que sea que está pasando en mi vida. ¿De acuerdo?
Preguntas, pero no le dejas responder. Esa tarde no haceis nada más. Por la noche, Reggie y Francis os acogen en su casa con un gran banquete digno de mención. Tras cenar os enseñan el precioso cuarto que han estado preparando para el bebé y os dais los regalos. Ronnie y tú les habeis comprado unos billetes para un viaje en abril, ya que no pudieron ir al crucero. Y ellos os dan unas entradas para que todos vayais al teatro a ver la representación de una obra que os solía leer vuestra madre.
La mejor noche, sin duda.

A la tarde del siguiente día estabas con Ronnie organizando unos papeles en el despacho cuando entra Thomas Shelby algo atacado.
-¿Señor Shelby? Creía que no estaba en la ciudad.
-Le han tendido una trampa.
-¿Qué?
-¿Una trampa a quién?
-Alfie Solomons se ha aliado con Sabini.
No, imposible, Alfie odiaba a Sabini tanto como cualquier otro. Después de todo lo que ha hecho, de como os ha tratado y despreciado ha ambos grupos. Y sin contaros lo, nunca os traicionaría de esa forma.
-Se han aliado y le han tendido una trampa a Arthur, lo han detenido y lo quieren llevar a la horca.

ANIMALES {Arthur Shelby y tú} {Peaky blinders}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora