ESTRELLA ESTRELLADA
Vanessa.
Primer día, ¿emoción? posiblemente decidió tomar vacaciones apenas dejó un pie sobre ese lugar, habitación 334, edificio de chicas, claramente. Quedó junto a Maya, afortunadamente, bueno, pagó por eso pero existía la posibilidad de que no fuera posible. Veintiocho días para quince de septiembre, su cumpleaños. Y es que le parecía imposible emocionarse siendo rehén de un internado fuera de su estúpida voluntad, que según sus padres, a nadie le importaba porque era menor de edad y sin ellos se moría de hambre.
Una habitación común, dos camas de dos plazas, vestidores y baños privados, Maya llegó el día antes y acomodo sus cosas con esmero. el tiempo estaba malditamente contado y tenia veinte minutos para acomodarse e ir al recorrido, puto recorrido innecesario.
-¡Vis, corre!
Maya y sus escándalos. Inconfundibles.
-¡Que ya voy!
Maleta sin siquiera abrir, perfecto. Corre detrás de Maya hasta llegar a la facultad, jamás vio algo más grande, definitivamente. Caminaron por los pasillos dando el recorrido, pasaron por dirección, Eva Coer, la directora era alguien bastante amable que posiblemente no juzgaba a nadie y era linda, bastante que le causaba inseguridades.
Jamás se consideró alguien de mal aspecto hasta que se cruzó con ella, tenía edad pero se conservaba mucho, vamos, pelirrubia de estatura mediana y ojos café miel. Excelente. Y ella, pelirroja de estatura media y ojos verdes, nada a su lado.
Recibió su llave y se fue a ver los lockers mientras comía un pastel de miel y glaseado, iba por el medio intentando ubicar el suyo, sin éxito por varios minutos. Quizá demasiados, distraída por el extenso pasillo siente que choca con alguien que la hace caer y deja su pastel plasmado en su camiseta.
Blanca.
Perfecto, dañaste una camiseta blanca el primer día.
-¿Quién eres?- frunce el ceño tomando el pastelito que cayó a la perfección en el tacho de la basura
Piensa normal
Es alguien normal
Jodidamente atractivo pero normal
-Nadie- se levanta limpiando sus pantalones, posa sus ojos en su camiseta y se acerca- Lo siento, yo puedo limpiarla y...
-Calla, no me interesa, pequeño ángel- frunce el ceño tomando la muñeca.
Era muy alto y su cabello negro iba cayendo sobre su rostro y ojos perfectamente azules, ¿Venía de una practica de algo? estaba sudado, ¿Quién era?¿Y por qué era tan hipnótico? hipnosis, claro, regresa de tus pensamientos.
-Oh- toma su llave desde el piso sin quitar el contacto visual
-¿Cuál tienes?- interrumpe su amigo.
-1032, no lo encuentro y...-
-Está frente al mio, último del pasillo- alza una ceja, su voz ronca le hacía volar y ni siquiera le conocía, que largo año iba a ser. De un minuto a otro suelta su muñeca y comienza a caminar hasta salir del pasillo.
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Ángel.
Teen Fiction𝐼𝑚𝑎𝑔𝑖𝑛𝑎 𝑐𝑜𝑛𝑜𝑐𝑒𝑟 𝑎𝑙 𝑝𝑜𝑠𝑖𝑏𝑙𝑒 𝑎𝑚𝑜𝑟 𝑑𝑒 𝑡𝑢 𝑣𝑖𝑑𝑎 𝑎 𝑙𝑜𝑠 𝑑𝑖𝑒𝑐𝑖𝑠é𝑖𝑠 𝑦 𝑛𝑜 𝑝𝑜𝑑𝑒𝑟 𝑠𝑒𝑟 𝑝𝑜𝑟𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑒 𝑙𝑖𝑚𝑖𝑡𝑎𝑛, ¿𝑃𝑜𝑟 𝑞𝑢é 𝑒𝑥𝑖𝑔𝑖𝑟 𝑐𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑛𝑜 𝑒𝑠 𝑚𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑠𝑒𝑟 𝑒𝑥𝑖...