Ángel.
DOS AÑOS DESPUÉS...
GRADUACIÓN.
Vanessa.
Se fue, se fue y luego de dos años estaba bien y graduándose, por fin se estaba graduando y estaba sola. Genial.
Se fue y su vida cambió.
Diciembre y su quinto año. Diecinueve años.
En esos últimos dos años no lo dejo de recordar, pues era alguien quien le daño, sin embargo si le llego a querer demasiado. Más de lo que le gustaba recordar.
Maldito, Hades.
Su último recuerdo de él fue cuando salió de la habitación de la clínica, luego despertó quince horas después con una nota de despedida. Aún tenía el anillo en su mano. El primer noviembre quedó tirada en su cama inhalando el olor de sus sudaderas que jamás tiró, el segundo noviembre simplemente lo dejó pasar.
-¿Estás bien?- entra su madre a la habitación observando cada detalle, podría salir de ahí una semana después de la graduación y pesé a entrar forzosamente se volvió su hogar. Como sea y como ocurrieron las cosas.
-Todo bien- esboza una sonrisa algo forzada
-¿Aún tienes la esperanza de que regrese?- observa a la bebé de un año recostada en la cama.
-Me da igual.
Hablar de Hades cada día era más complicado, esa bebé era un claro reflejo sin culpa de todo lo sucedido. No podía culparla por las cosas, ella era aparte e individual.
-¿Bela Scott? suena bien, hija.
-Bela Hollwards- quita su mirada de la bebé suspirando.
-¿Él jamás?- observa su cara de disgusto
-No era de mi interés llamarlo para eso, además, siempre dijo que no quería hijos, ¿verdad?- alza una ceja- es mi graduación, mierda, deberíamos estar listas para bajar a la cancha en cuarenta minutos.
-¿Quieres que arregle a la bebé?
-Claro.
-¿Se siente bien tener una hija de catorce meses?
-¿Cómo..?
-Nació a finales de septiembre, ¿no?
-Veintiocho.
¿Por qué estaban gastando minutos en hablar en la fecha de nacimiento de su progenitora?
Mierda la graduación.
-Tu la cambias- apunta a su madre y luego un vestido color crema que se encontraba al borde de la cama, talla bebé para correr a la ducha.
Corren a toda prisa cuando se encuentra vestida con todo lo necesario para asistir a su graduación. En realidad jamás pensó graduarse ahí, sin Maya, con Holland distanciado desde que nació esa bebé.
Ah, y con una hija.
Baja a la cancha cargando a la bebé que de inmediato se vuelve el centro de atención de todos, nadie sabía quien era su padre pero quienes conocían la gran historia lo suponían.
-Nene- toca el hombro de Holland quien se gira a abrazarla.
-¿Aún sigues con ese anillo?- ríe tomando su mano.
-Es lindo y
-Te recuerda a él- gira los ojos captando a la bebé- Se ve bien la niña.
-Gracias, pude dejarla en casa con la niñera pero..
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Ángel.
Novela Juvenil𝐼𝑚𝑎𝑔𝑖𝑛𝑎 𝑐𝑜𝑛𝑜𝑐𝑒𝑟 𝑎𝑙 𝑝𝑜𝑠𝑖𝑏𝑙𝑒 𝑎𝑚𝑜𝑟 𝑑𝑒 𝑡𝑢 𝑣𝑖𝑑𝑎 𝑎 𝑙𝑜𝑠 𝑑𝑖𝑒𝑐𝑖𝑠é𝑖𝑠 𝑦 𝑛𝑜 𝑝𝑜𝑑𝑒𝑟 𝑠𝑒𝑟 𝑝𝑜𝑟𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑒 𝑙𝑖𝑚𝑖𝑡𝑎𝑛, ¿𝑃𝑜𝑟 𝑞𝑢é 𝑒𝑥𝑖𝑔𝑖𝑟 𝑐𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑛𝑜 𝑒𝑠 𝑚𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑠𝑒𝑟 𝑒𝑥𝑖...