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TÚ, MAYBE.

Hades.

¿Por qué lo ibas a negar más?¿Para qué se largará de nuevo? fueron tres semanas donde te torturaste la razón de su huida, es decir, aún no estabas enterado pero al menos regresó y ya la follaste de reconciliación.

¿Reconciliación?¿De qué?¿En qué momento fueron una pareja formal? Jamás y eso le estaba jodiendo los huevos, estaba queriendo que todo el puto mundo se enterará de ella, de quien era y como le hacía amar. Como nadie jamás logró.

Sin contar que te humillaste gritándole que sientes algo por ella en medio de un pasillo malditamente transitado.

Suspira de pie frente a la puerta cuando observa salir a un hombre de su habitación, frunce el ceño observándole como si su vida dependiera de una explicación estúpidamente lógica. Sus miradas se cruzan y ella sonríe, ¿por qué su humor dependía de una respuesta?¿Y si decides formalizar de una vez y te ahorras estas mierdas de celos? imbécil.

Cierra y toma su brazo entrando a su habitación.

-¿Quién era?

Silencio.

-Te voy a repetir, ¿quién era?

-¿Quién te crees?

-¿Quién mierda era?- toma su brazo tirando su cuerpo a la cama.

-¿Estás celoso?- alza la ceja riendo.

Suelta su brazo frunciendo el ceño, no iba a aceptarlo por alguien insignificante, aunque,¿y si no era alguien insignificante? La observa de reojo frunciendo aún más el ceño.

-Era mi chofer- ríe

-¿Chofer?

-Sí, chofer.

-¿Entonces..?

-Sinceramente no me das miedo, los golpes no me dan miedo desde pequeña y de eso te enteraste hace un par de meses- alza su ceja levantándose

-Así que chofer...

-Chofer, daddy- muerde su labio deslizando una mano por su pecho.

-¿Daddy?- toma su cuello con una mano levantando su rostro para dejar un beso bastante agresivo en sus labios.

¿Cuan adictivos son?

Caen sobre la cama de golpe y sienten que tocan la puerta, fruncen el ceño a la par para levantarse. Se acerca a la puerta mientras ella se acomoda la camiseta, era escotada así que mucho no movió.

-¿Sí?- frunce el ceño al ver al padre de su posible futura novia.

-Necesito hablar con mi hija.

-No lo creo posible, esta...

-Fuera de tu alcance- siente que toca su hombro y retrocede un paso.

-Bien, largo- toma su playera levantando el cuerpo del señor quien no le importaba, frunce el ceño dejándole caer en el pasillo.

-Resuelve una pregunta.

-¿Qué mierda quieres?

-¿No has tocado a Vanessa, verdad?- entre cierra los ojos casi como señal de amenaza.

¿Amenaza? eso lo que causaba era risa.

Comienza a reír ante la pregunta, no quería ser sutil y le causaba repulsión verle cerca de Vanessa pesé a ser su padre, no lo toleraba desde que se enteró de todo. Da igual los tratos, da igual las putas apuestas, era ella y nadie la tocaba.

Ángel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora