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-Estoy bien Adrián y seguro la diosa Luna te dio otro mate por el rechazo de Ethan- alegre

-Pero qué pasa si otra vez nos rechazan- preocupado

-Estoy seguro de que no lo va hacer- convencido

-No lo sé, Akito, no quiero pasar por lo mismo dos veces- y antes de que diga algo más, puse un muro para que no hablara

-Prima horita, vengo voy para el baño-  levantándome

-OK te espero-  comiendo más helado

Yo comencé a caminar rápido intentando ocultar mi olor entre toda la gente, cuando llegué al baño suspire fui al lavamanos y me eché agua en la cara quitándome rastros de lágrimas. Me vi en el espejo y tenía mis ojos rojos y mi nariz levemente roja agarré mi cabello y lo apreté un poco tirando para atrás y respiré profundo y me llegó de inmediato el olor a chocolate y malvaviscos, vi el espejo y él estaba detrás de mí.

XXX

Jack White, rey de los vampiros. Llevo buscando a mi soul mate hace 500 años ahora tengo 516 años, tengo una hermana llamada Camila ella es la mejor hermana y es en la única que confío en mis cosas privadas.

Últimamente, he tenido mucho trabajo y he estado estresado, y mi linda hermana me ha sacado de él con mucho esfuerzo, pero esta bien, así despejo mi mente un poco. Mi hermana quiso comer helado, así que la llevé a una heladería en el centro comercial.

-Hermano, vamos a pedir los helados y nos sentamos en algún lugar- mirándome

-OK, Camila-  Sonriendo respiré un poco y sentí el olor de todos, pero solo uno era especial nunca lo había olido era una mezcla de arándanos y menta ese olor hizo que volteara y viera a un chico de cabello azul con negro, sus ojos grises que me miraban solo a mí, sus labios rosados que le hacían juego con su piel blanca que solo me provocaba probarla y marcarla.

-Jack es...... es nuestra pareja- dijo feliz Ryu

Quité la conexión con Ryu vi a mi Soul mate y estaba hablando con una chica linda,me enojé pues es mi Soul mate y solo me pertenece a mí no a esa chica ni a nadie que no sea yo.

-Camila, encontré a mi Soul mate voy a hablar con él- dije viéndola para que sepa que estoy un poco enojado

-Dale Jack, no te preocupes por mí –dijo con una sonrisa

Haciendo y vuelvo a ver donde está mi pareja y ya no está con la chica, respiro el aire y entre los olores de los demás encontré su olor aunque era leve, pero lo sentía cerca así que comencé a caminar siguiendo su olor llevándome al baño entre sin hacer ruido y me puse detrás de él, viéndolo por el espejo sus ojos levemente rojos y su naricita rosita, él se da cuenta de que estoy detrás de él y se queda allí sin saber qué hacer. Con mi velocidad, ya estaba en su cuello oliendo ese olor a arándanos y menta.

-Mío- haciendo que él se estremeciera

-Yo....... no soy tuyo- comenzando a temblar

-Si lo eres mío y de nadie más- con mi voz ronca haciendo que temblara más y bajara la cabeza.

-¿Cómo puedes decir eso?- dijo en un susurro-¿Cómo puedes decirme que soy tuyo?-dijo quebrándose la voz

-Eres Mío nadie absolutamente nadie puede decir lo contrario- abrazándolo por su pequeña cintura.

-No lo entiendo- dijo- ¿Por qué no me tienes asco? ¿Por qué no me odias? Tienes como pareja a un hombre lobo Omega- dejando salir sus lágrimas

Verlo así llorando diciendo cosas que no debería decir hizo que me enojara es mi pareja no quiero que piense así de él, somos uno y me dañan sus palabras. Yo lo volteé sin hacerlo con brusquedad porque sentía que sé y va a romper más de lo que estaba.

-¿Por qué te tendría asco? o ¿Por qué te odiaría?- Tocando su mejilla y levantando su cara y poder ver sus ojos grises- eres lo más hermoso que he visto jamás te odiaría eres mi pareja mi vida eres mío y yo tuyo nunca te rechazaría- quitándole las lágrimas que se le salían, miré sus labios y estaban entre abierto me acerqué y lo besé con delicadeza al principio no me correspondió, pero después lo hizo.

Sus labios eran suaves y su olor se intensificaba más, estuvimos ahí hasta que nos faltó el aire, yo me alejé un poco de él y lo agarré de la cintura y lo acerqué a mí para oler su cuello, él movió un poco su cabeza dándome más acceso a su cuello. Yo comencé a dejar besos y después hacerle chupones que muy rápidos estaban en su piel blanca.

-¿Qué vamos a hacer ahora?- dijo y lo miré a los ojos

-¿Qué te parece conocernos? Y después decidimos qué haremos- sonriendo

-Sí.- Dijo regresando la sonrisa

-Bueno, yo soy Jack White soy el rey vampiro tengo 516 años, y pues horita estoy con mi hermana Camila- viendo su cara un poco sorprendido pero cambiando por una sonrisa.

-Yo soy Adrián Black tengo 16 años vivo en Canadá y pues vine para acá con mi prima- dijo sonriendo, pero después se le puso una de preocupación- lo olvidé, mi prima debe estar esperándome- mirándome triste

-¿Qué te parece si te doy mi número y así me escribes?

-Si-  feliz saco su teléf. Y me lo dio, yo lo agarre y puse mi número- Me tengo que ir

Comenzó a caminar y lo agarré del brazo jalando suave hacia mí y dándole un beso pequeño haciendo que sus mejillas se pusieran carmesí.

-Nos vemos luego mi lobito- Dije para salir del baño y dejarlo ahí con un sonrojó. Mi hermana estaba sentada en uno de los lugares del local con dos helados, yo me siento con ella y agarré mi helado y comencé a comer mientras ella me miraba con curiosidad de lo que había pasado y como siempre le conté algunas cosa de lo que pasó.

Narración Adrián

Mi mate me aceptó, no lo puedo creer sinceramente estaba nervioso, pensé que me iba a rechazar o algo, pero no lo hizo estoy tan feliz. Todavía sigo en el baño así que me veo otra vez en el espejo y entre mi cuello y hombro tengo chupones morados que adornan mi piel con mi suéter los cubro para que mi prima no comience a preguntar ni tampoco mis tíos, cuando ya los cubrí salgo del baño y voy a que mi prima viendo en una mesa a Jack con su hermana. Llegué a la mesa y mi prima ya se había comido su helado y el mío estaba un poco derretido.

-¿Adrián que estabas haciendo en el baño que duraste tanto?-dijo un poco enojada

-Lo siento prima solo me distraje un poco-  con las mejillas calientes pensando en Jack

-No importa agarra tu helado y te lo comes camino a casa- parándose, yo agarro el helado y comenzamos a caminar hacia el auto para irnos.

Cuando llegamos a casa yo me fui para el cuarto que estaba usando y me tiré en la cama pensando en mi mate y mi madre porque quería hablar con ella, con eso quedo profundamente dormido.

*****

Estaba en el mismo lugar tan bello y tranquilo y como la última vez estaba mi madre en la orilla del río, yo corro hacia ella y la abrazo haciendo que ella corresponda.

Rechazado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora