Amaris: Un trágico destino

La Anhelada Heredera

Todo comienza en un lejano reino, donde la magia era muy usual. En las calles había brujas y brujos, todo tipo de hechiceros, clérigos, caballeros, antiguos ancianos y lo más importante la personificación de fuerzas sorprendentes. Donde puedes encontrar seres capaces de ver el futuro, conjurar espíritus y hablar con los astros.

Había un tipo de clasificación para la magia, era llamado círculos de la magia, donde el mayor son los astros, la personificación de planetas, lunas, estrellas.
El círculo de mayor de magia no podían ser alcanzados por círculos anteriores. Supongamos que naces y permaneceras a ese círculo hasta tu muerte. Los elfos eran los del círculo menor. Tu podrías ser muy poderoso pero perteneces al mismo círculo.

En cuanto al rey y la reina eran muy queridos, contaban con un gran ejercito y un grupo de antiguos ancianos y brujas como consejeros. El único problema es que no lograban procrear a su heredero o heredera. No era viejos y su reinado duraría varios años más pero cualquier cosa podría pasar y sin un descendiente no podrían asegurar seguiría en estabilidad.
La reina cuyo nombre es Darion, era bella, con cabello largo siempre recogido en un lazo con trenzas, vestidos coloridos y coronas de oro con pequeñas piedras preciosas. Era fuerte y sofisticada. Podrías verla y creer que tiene 36 años.
El rey de nombre Yeria, era un hombre que se veía fuerte y poderoso, de gran barba blanca y algo moreno, usaba una capa roja y tenía una melena peinada hacia atrás con muchas canas. Entre los aldeanos se escuchaba tenía 49 años.

Entre los tantos días de vida diaria la reina rezaba a los cuatro vientos, una cuestión natural pero que si se personificaba era muy poderosa.
Las personificaciones de fuerzas elementales, astros y otros seres no era usual, parecía mas una leyenda que una realidad pero en antiguos pergaminos se escribía sobre ellos y como ayudaron o destruyeron reinos.

Las distancias entre reinos eran muy largas así que resultaba inusual algún forastero fuera por simple motivación visitando aldeas, quien hizo esta rareza fue una bruja-gitana.

La bruja-gitana se dirigio al castillo de Selion, al ser cuestionada sobre el que deseaba comento -solo pasaba por las tierras de su reino, sentí que una gran fuerza me guiaba hasta aquí- levantó su mano y de pronto apareció un fuego morado en la palma de su mano- la fuerza me indicó debía venir y ofrecer un conjuro de invocación a su alteza- agregó mientras cerraba su mano para hacer cesar el fuego.
-Llamare al rey y la reina- dijo uno de los guardias mientras se retiraba.

Al llegar los reyes les contó lo mismo que a los guardias e indico era bruja-gitada. Inmediatamente la Reina Darion mostró felicidad, llamarían a un heredero o heredera.

Así comenzaron los preparativos y confiados no lo consultaron con sus consejeros, los Antiguos Ancianos que poseían gran sabiduría.

La gitana lucia como cualquier otra, pero al parecer su magia la hacía especial. Los reyes y la bruja-gitana se dirigieron a la plaza principal del reino, estaba bastante concurrida. -permitanos tener la plaza solo para nosotros - dijo el Rey Yerian y todos despejaron el área. La gitana que nunca revelo su nombre hizo unos dibujos en el piso con lo que llamo lagrimas de mar y recitó palabras en un idioma diferente a cualquiera conocido para sellarlo. Las marcas en el piso liso se tornaron moradas y de ellas brotaba una luz.
-Detecto una magia muy poderosa en la plaza- dijo una de los miembros de los Antiguos Ancianos, la bruja anciana era conocida por detectar magia en cualquier rincón del castillo su nombre era Brita.
En cuanto la Anciana Brita lo dijo, todos se dirigieron a la fuente de esa magia magia inusual.
-Observar como les traigo su mayor felicidad- decía la bruja-gitana mientras bailaba alrededor de su circulo de magia morado, con las manos así el cielo. Paro en justo el medio y hablo una lengua que nadie, ni su clérigo conocía.
-aquí en media noche llegara su heredera e hija, agradezcan a Selenne.

El suelo se limpio, la gitana paro y la anciena Brita sintió la magia se disipó al igual que los habitantes que observaban curiosos. Cuando los reyes iban a agradecer a la gitana ella ya no estaba, se esfumó.

Ese mismo día por la noche la luna brillo más que nunca y se mostró más grande de lo usual.

-Es ahora, esta llegando - se escucho suavemente, como si el viento hablara. Casi inmediatamente la luz de la luna se concentró en un solo rayo que caía justo en la plaza, todos corrieron a ver y ahí ya yacía Amaris, pequeña y helada. Con un pergamino que decía:

Os presento a Amaris, ella sera vuestra hija, creada apartir de mi, magia y polvo de estrella, cuidenla como cuidarian lo que más quisieran, amenla como aman sus riquezas y prosperidad. Os lamentaran si no cumplen con mis exigencias. -firmado por Selenne- conocida por ser la personificación de la Luna, ese hermoso astro que guía a los humanos por las noches.

Los reyes levantaron a la bebé, de aspecto extraño. No tuvieron tiempo para pensar en lo extraño que fue que una simple gitana convocara a Selenne, un astro. No tuvieron tiempo ni los Ancianos de investigar pues fue demasiado repentino.
-todos estan invitamos al banquete que daremos al amanecer- grito el Rey Yerian mientras cargaba a su hija.