Amaris: Un trágico destino

Profecías Olvidadas En El Tiempo

Selenne, la personificación de la Luna. Nunca aparecida en el mundo moderno. Se decía entre leyendas sólo se había manifestado en persona 1 vez hace más de 500 años.

Era muy usual en el reino de Selion escuchar sobre astros que podían adquirir forma humana, incluso en reinos lejanos donde abundaba la flora se creía la misma Madre Naturaleza caminaba entre sus valles. Había en donde se conocía como espectros o como dioses, la Madre Naturaleza se decía era bondadosa e incluso te permitía hablar con ella pero los astros solo se sabía de su aparición por leyendas.
Incluso obtener una señal de ellos era difícil, requería de al menos 4 brujos experimentados para recibir la señal y fuera percibible. El nivel de sorpresa que representaba enviara a una niña recien nacida creada a partir de ella no era normal, no era común, no era únicamente sorprendente sino que también asustaba.

¿Quién era esa tal gitana que se paseaba entre reinos? ¿Por qué una fuerza la llevo hasta los desesperados reyes? ¿Por qué Selenne se tomo la molestia?
Con el "nacimiento" de Amaris se despertaron grandes dudas entre los Antiguos Ancianos, su nivel de autoridad permitía aue fueran los únicos a demás de de la familia real en visitar y preguntar a la oráculo, quien podía responder cualquier pregunta, pasado, presente o futuro, aunque claro era un recurso limitado.

Un oráculo solo podía ser llamado a responder 3 veces en su vida, abusar de este ser era terriblemente castigado. Provocaba la muerte de un inocente y un ser valioso que no podían reemplazar hasta su reencarnación. Pues el oráculo era un alma que solo cambiaba de cuerpo para seguir con su misión sagrada.
El poder era tan difícil de controlar que debía esperar hasta los 16 años para utilizarlo. Ubicar al oráculo en un círculo mágico lo mantendría en el segundo puesto de los más poderosos. Por lo que estaban solos en descubrirlo.

Otra cuestión es que Amaris no lucia muy normal, ella era blanca tan blanca que parecía jamás había conocido la luz del sol, su apenas notorio cabello era blanco pero a la luz de la luna se tornaba plateado, unos ojos tan azules que sentías podrías ver a través de ellos.

Los antiguos ancianos guiados algunos por curiosidad y otros por preocupación buscaron entre las bibliotecas algún pergamino o profecía olvidadas, pero no encontraron nada. Volvieron aún mas preocupados al salón de la sabiduria, un salón especial donde pasaban gran parte del tiempo y donde se realizaban las reuniones.

-Busquen a los clérigos, deben saber algo- decia el Anciano Elder, el líder de Los Antiguos Ancianos.

-Una gitana no llegaría en tan oportuno momento, sin pedir nada a cambio, menos por ser extranjera y aun asi tener tal facilidad de invocación, sin olvidar que Selenne le respondió y obsequio vida- dijo el anciano Brutis mientras golpeaba la mesa. -¿qué es esta fuerza que dice la guió? -agregó.

El gran anciano Elder se presento en la plaza, luciendo tan misterioso como siempre, con una capa tinta que indicaba era parte de los Antiguos Ancianos.
-Todo aquel que conozca información sobre la hija de Selenne o alguna profecía lunar preséntese en el gran salón de la sabiduría- comentó eso y se marcho inmediatamente.

-¿por qué solicitan ayuda del pueblo? -dijo un aldeano.
-seguramente algo salió mal- comentó una elfa mientras separaba semillas.
Y así continuaron las especulaciones.

Por su parte el Rey Yerian y la Reina Darion estaban felices, con Amaris todo parecía verse más brillante y colorido. Acababa de llegar a sus vidas y no querían perderla nunca.

Su felicidad no duraría mucho.