El Miedo Se Asoma

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Los días pasaron y el comunicado de búsqueda sobre profecías e información sobre Selenne corrió como agua en río con los reinos vecinos pero entre ellos había rumores.

-Los reyes convocaron un astro para reinar- se escuchaba entre aldeas -es un arma para gobernar todas las tierras- se decía entre soldados.
No estaban muy equivocados, Amaris es la heredera y como todo reino poderoso pretenden indicarle al tomar el trono siga expandiéndose pero no era la verdadera razón por la que estaba ahí ni su intención tenerla de esa manera.

Uno de los reinos vecinos era Esferia, un lugar donde abundaban los guerreros y clérigos, contaba con el ejército más poderoso y un nivel intelectual sorprendente.

En el reino vecino de Esferia los rumores llegaron a los oídos de Disferia, la reina. Que al considerar había un astro viviendo cerca resultaría beneficioso tenerlos como aliados.
Disferia era buena gobernando, una pesadilla para sus enemigos y alguien inalcanzable para sus amados. Gobernando sin un Rey, pero asegurando herederos. Una mujer poderosa y letal, con belleza sobrenatural. Era alta y morena, con coleta alta y muy larga, resaltaba a donde iba.

-Dinti ven acá- indicó la reina Disferia a su sirviente-cuéntame a detalle lo sucedió con nuestros amigos los reyes de Selion- dijo mientras sostenía una mirada de intriga y emoción en su trono dorado.

He escuchado han invocado a una heredera con ayuda de una hechicera, nadie conoce su identidad-dijo Dinti, un fiel sirviente- dicen nació de Selenne y se le entregó a la majestad Darion, reina de Selion. No se sabe que tan real sea.

JÁ -Disferia soltó una risa burlesca- ¿qué planean hacer? ¿Acaso la reina es infertil? -se levantó de manera rápida y energíca- busca en todas las bibliotecas, encuentra algo sobre Selenne o la Luna y mandalo de inmediato a Selion. Tengo un plan y los necesitamos como reino amigo.-

Fueron días de intensa búsqueda entre bibliotecas, esferas de cristal y visiones pero lo consiguieron, una profecía sobre destrucción y caos era lo único conocido sobre una descendiente de Selenne.

-Mi reina encontramos este pergamino, desearía poder hacer mas- dijo un clérigo al entregarle un pergamino plateado que parecía muy viejo.

-Me has ayudado más de lo que crees- respondió Disferia con una sonrisa, se giro y dijo de manera seria y autoritaria -entreguen lo mas pronto posible esto a el rey Yerian de Selion.

A los días llego a Selion un carruaje donde viajaba un sirviente de Esferia, él llevaba la misión de entregar una carta de Disferia y el pergamino catastrófico.
Rápidamente los Antiguos Ancianos revisaron el pergamino que comprobaron era auténtico y decía:

Os advierto de la ira del bello astro, no es bondadoso, no es pacífico, esteis preparados que si se le toca un pelo a su polvo de estrella os bañara en su venganza.

Elder leyó la carta donde indicaba era la clérigo de Esferia quien había logrado encontrar la profecía y que indicaba debían tener cuidado con lo que consideren su propio polvo de estrella.
La clerigo de Esferia era conocida por leer las estrellas y conseguir información sobre casi cualquier cosa pero las estrellas son astros. Para esta tarea requiere de sus adjuntos, un grupo de hechiceras y hechiceros con quienes unifican su poder para alcanzar a rozar la verdad.

No puede ser -grito Elder- ¿qué es esto? Es Amaris el polvo de estrella ¿cierto?
Es solo una pequeña niña, no creo nos dañe -comentó otro anciano-

Elder se limitó a decir- si pero la ira de Selenne no es una tierna niña -en tono muy serio y temeroso siguió - indique a su alteza alejarse de Amaris, nadie puede tocarla, quien se atreva a acercarse será castigado.

Amaris: Un trágico destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora