"¿No hay ni una pista de Johnny aquí?" Nicholas preguntó con preocupación a los guardias, los cuales negaron todo.
"No majestad, ningún indicio del paradero del príncipe ni del señor Mountain Tim" Nicholas se exaltó, preocupado.
"¿Revisaron todos los lugares?" Todos asintieron, recordando un pequeño detalle.
"De hecho su majestad, encontramos este conjunto de ropa perteneciente al príncipe y su caballo ha desaparecido del corral" Nicholas volvió a exaltarse, recordando la discusión que había tenido con su hermano un día antes, rió con nerviosismo.
'no, el no sería capaz de hacer eso...' claro, era obvio que Johnny nunca huiría para unirse a una banda de piratas, Johnny tenía la suficiente conciencia cómo para saber distinguir entre los sueños y la realidad... entonces, si estaba tan seguro de eso, ¿Por qué tocaba con desesperación la puerta de su habitación?
"Johnny por favor abre, fue una buena broma, pero ya no es graciosa" estaba aterrado, no quería abrir la puerta, temía no encontrarle con esa sonrisa y su desarreglada corbata.
Finalmente, al entrar en desesperación abrió la puerta, la habitación estaba vacía, dos cartas en la cama llamaron su atención.
"He renunciado a mi vida como asistente real, he cumplido mi trabajo. Mountain Tim-" le atemorizada leer la siguiente, pues indicaba que era de Johnny.
"Tanto tiempo he malgastado aquí, sin tener nada que hacer... Si tú me devuelves lo que di, ya no habrá que preocuparse para ser feliz" su primer párrafo decía eso. "No me busques más, no volveré, pienso que es momento de olvidarme de todo... Johnny.J" soltó la carta mientras sus manos temblaban, negó en repetidas ocasiones, y tirándose al suelo, golpeando varias veces este.
Su cabello se despeinó, sus ojos azules se cristalizaban y su mano comenzó a doler.
"¡Maldita sea!" Exclamó con desesperación, continuando, golpeando el suelo con total coraje. ¿Cómo había dejado suceder aquello?
Comenzó a sollozar, deseando parar de llorar.¿Por qué no podía detenerse? No había llorado desde hacía años, probablemente desde que sus padres murieron. Hacía lo posible por frenar el flujo de sus lágrimas, pero estas parecían ansiosas por salir después de tanto tiempo. Las gotas saladas golpeaban el suelo en gran cantidad, incluso un diminuto charco comenzó a formarse.
"Por favor, Johnny, por favor no te vayas..." Rogó en susurros ahogados, sabiendo que inútil serían sus alaridos pues ahora Johnny se encontraba más que lejos del reino.
"Majestad-" Blackmore entró a la habitación en silencio, observando a Nicholas en la oscura habitación, con la única vela alumbrándolo a él.
"Blackmore, por favor... Vete" el pelirrojo pidió, tratando de modular el sonido de sus llantos para no alarmar a nadie, posteriormente cubrió su boca apretando fuerte.
"Majestad... ¿Qué sucedió?" Preguntó acercándose un poco al nuevo rey, el cuál tomó ambas cartas, acercándolas a su asistente, quién las tomó con delicadeza, leyendo letra por letra.
"Oh Dios..." Su expresión se mantuvo en sorpresa, volviendo a leer las cartas una y otra vez para asegurarse de no saltarse ni un detalle.
"Pero esto es imposible... Los guardias nunca abandonan su puesto, el príncipe no pudo haber salido". Blackmore buscaba una respuesta a aquellas cartas, una esperanza de que todo aquello fuera solo una mentira.
"No Blackmore, esto no es imposible..." Dijo aún sollozando en el suelo, sin creer que su hermano había huido.
"Daré la orden para difundir su rostro y demos con él-" a punto de salir apresurado, Nicholas le frenó, aguantando las lágrimas por un par de segundos.
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Young|DieJoni|JJBA|#Book1
FanfictionEl mundo está conformado por cuatro poderosas joyas, cada una a posesión de las mayores naciones en el mundo. Jade, Amatista, Zafiro y Ámbar; la más poderosa de ellas y a la pertenencia de Inglaterra. Johnny Joestar tenía nueve años cuando sus padre...