veo en ti el amor

Las conejas y el lobo, y primer día como peleador dracoviam.

—La naturaleza humana y la animal no son tan distintas—.

—anónimo —.

*La media noche  trajo con sigo una espesa niebla, la cual en combinación  con la nieve fresca formaba una cortina blanca que hacia imposible ver más allá de la punta de la nariz.

En la ciudad de Royall Woods  y como ya era costumbre, un grupo de personas sospechosas subian a una camioneta.  Dentro de esta se encontraban tres hombres  los cuales  dentro del vehículo tenían  una mesa y en ella una foto de un grupo de personas. 

Entre ellos el que paresia el líder.  un hombre de uno sesenta, con barba y cola de caballo le hablaba a sus secuaces*.

Bien, Este es el plan. los esperaremos en el cementerio. Ellos se reúnen  ahí todos los viernes y sabados.  En total son siete. Cuatro de ellos son hombres,  ellos no importan, lo importante aquí son las tres chicas del grupo, una de diecisiete,  una de quince y otra de doce. Ya hable con el comprador, nos pagara cien mil por cada una. trescientos mil por las tres.—

Esto es genial, jefe. ¿Quien diría que esta ciudad que apenas acaba de aparecer en el mapa tendría  tanta buena mercancía?. —

Oiga jefe, ¿podemos hacer "pruebas de calidad" antes de venderlas?. —

¡claro que no, idiota!.   El comprador las especificó  vírgenes. Si las tocamos  el se va a dar cuenta y nos matará. Piensa con la cabeza que tienes sobre los hombros  por una vez vez en tu vida,  estúpido . —

Que mal, se me antojaba una gótica culona. —

*Miéntras   los hombres tramaban  su secuestro,  oculto entre la niebla y la nieve una figura acechaba la camioneta. 

Los hombres bebían de una botella de licor de anís para quitarse  el frío cuando de repente sintieron  como el vehículo se movió bruscamente,  como si algo la hubiera sacudido *.

¿que demonios fue eso? *dijo uno de los hombres mientras se limpiava el licor de la ropa*. —

No lo se, jefe. Saldré a ver.  *uno de los lacayos  salio a verificar lo que había ocacionado  esa sacudida.  

A primera vista no había nada, pero de pronto vio lo que había causado el sacudon *. ¿que carajos es esto?. —

Oye, ¿que ocurre?. *su compañero  bajo de la camioneta  para ver lo que su amigo había descubierto. La niebla era tan densa que tuvieron que agacharse  para ver que la rueda trasera derecha  tenia tres agujeros* . ¿que demonios? .

Oigan, imbéciles  ¿que tanto están murmurando. *Preguntó el jefe*. —

Alguien nos agujerió  la rueda trasera, jefe.  —

¿que? —

Pero es extraño,  estos no parecen  hoyos, *el hombre  vio que estos eran largos*. Parece que los hicieron  con un machete, o cuatro.  —

*el criminal dio un salto hacia atrás  cuando la parte de atrás  de la camioneta  bajo por completo*.

¿y ahora que? *el compañero  fue  ver que ocurrió  del otro lado, solo para descubrir los mismos  hoyos en la otra rueda*.  ¿que rayos sucede aquí?. —

Oigan idiotas ¿que tanto demonios hacen ahi? Se está sacudiendo toda la maldita  camioneta. —

No lo se jefe, parese que.  *de repente  algo toma al criminal  de la pierna y lo jala al interior  de la niebla. Fue tan rápido que no le dio tiempo de gritar *. —

¡MIKE!. —

¿que paso?. —

Algo se llevo a mike, jefe. —