Capítulo 16: Simples espectadoras

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Esta es solo una adaptación, todos los créditos a su autora Alllove.

——

Lisa no se había quedado atrás, apenas sintió el contacto de los labios de Rosé con los suyos se entregó al beso como si los labios de Rosé escondieran el secreto mejor guardado. Lisa supo que ese era el lugar donde quería pasar el resto de su vida, besando a Roseanne Park.

Cuando algo tan esencial para vivir como el aire, pero que tan poco les importaba a ellas dos en ese momento, fue necesario, se separaron.

—Wooo —fue lo que alcanzó a murmuran Rosé apenas sus ojos— Eso fue, fue... Increíble —la rubia buscó los ojos de la morena, pero los encontró aun cerrados— Lili, Lisa ¿abre los ojos por favor? —pidió Rosé acariciando su rostro.

—No quiero abrirlos —dijo simplemente la morena.

Rosé sonrió.

—Lili, vamos, abre los ojos —insistió y volvió a acariciar el rostro de la deportista.

—No, si los abro me voy a despertar del sueño y seguramente te has ido o alguien viene a interrumpirnos o aparece tu novia...

—Ex novia —corrigió Rosé siguiéndole el juego.

—Bueno o aparece tu ex novia o te enojas conmigo por algo. Así que pienso quedarme con los ojos bien cerrados para seguir soñándote —finalizó Lisa y apretó aún más sus ojos.

Rosé se acerco despacio a su boca y agarró entre sus dientes el labio inferior de Lisa, mordiéndolo un poco. 

—Auchhh. Eso dolió —se quejó un poco en broma la morena.

—¿Te dolió? —pregunta Rosé, Lisa asiente aun con los ojos cerrados—¿Ves? Es como si te hubiera pellizcado.  No es un sueño. Tú y yo estamos acá, en mi terraza. Solas —murmuró la rubia— Así que, ¿me quiere hacer el favor señorita de dejarme ver sus hermosos ojos que tanto me gustan? —Rosé alzó sus manos y acarició suavemente cada parpado de la morena.

Y así fue, Lisa obedeció, abrió sus ojos y se encontró con un par de ojos café mirándola intensamente.

—Eres tu —dijo Lisa— Eres real —afirmaba mientras con su mano derecha iba recorriendo el rostro de la fotógrafa que sólo se quedó disfrutando del roce— Ese beso fue el más perfecto de mi vida —Rosé sonrió— Es más si hubiera un concurso de besos lo tendrían que descalificar por ser demasiado perfecto —esta vez las dos sonrieron.

—Lili

—Rosie —dijeron las dos al mismo tiempo— Dígame su majestad —dijo la morena tomándole la mano y besándola.

Rosé le dio un pequeño golpe por el apodo a la jugadora y tardo en hablar.

—Lili yo, yo pensé que te habías ido con la modelo hueca y...

La morena sacudió la cabeza.

—No me fui a ningún lado, es decir, si me fui, pero no me fui con ella ni con nadie. Me fui a caminar, quería pensar y bueno cuando llegué al auto vi esto —fue hasta el sillón y agarró paquete muy bien envuelto— Y no quería dejar de dártelo.

La rubia tomó el paquete y volvió a mirar a Lisa.

—No deberías haberlo hecho —le dijo. 

—¿Qué cosa? ¿Volver o el regalo?  —preguntó bromeando la morena, sabía que Rosé se refería al regalo.

—El regalo, listilla. No tenías porque regalarme nada —decía mientras abría el paquete— Además... ¡Dios mío! Lisa... Esto es, es... Hermoso —Rosé sostenía sobre sus manos una cadena de plata con un dije de una piedra azul zafiro— Y muy, muy caro... No puedo aceptarlo.  —lo puso de nuevo en la fina caja que venía y lo alejó de ella.

CUÁNDO, DÓNDE Y CÓMO EL AMOR QUIERA | ChaelisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora