Capítulo 80: "La heredera"

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Esta es solo una adaptación, todos los créditos a su autora Allove.

——

En la fiesta

No te entiendo —le dijo Jisoo a Rosé. Las dos estaban en la barra esperando a que le trajeran sus bebidas.

—¿Qué cosa no entiendes? —preguntó de mal humor

—Vienes a esta fiesta para castigar al bomboncito y te la pasas mirando a la entrada esperando a que Lisa llegue a buscarte —demasiado obvia. Rosé no se atrevió a contradecirla, sencillamente apoyó los codos en la barra y puso su cabeza entre sus brazos.

—¿Por qué carajo no puede pedirme perdón? ¿Por qué no puede ser sometida como tu y venir arrodillada rogando que la perdone? —estaba enojada

—¡Oye! —Jisoo no iba a aceptarlo— No me arrodillé. Pero casi —la desesperación de la rubia le hizo saber que no estaba para bromas—Rosie , escucha —le acarició la espalda— El bomboncito es así. Cuando le dijiste que ibas a salir sin ella, le tocaste la fibra de los celos, y lo sabes bien —la rubia sabía.

—Lo se Jisoo, lo se —se compuso para recibir la copa de vino blanco que le acercaba el barman— Pero realmente pensé que después de la primera noche no iba a aguantar, que iba pedir perdón y todo lo demás. La extraño, la quiero aca conmigo.

Ambas volvían caminando hacia el lugar que había elegido Jennie para bailar, procurando no chocar con la gente que bailaba alrededor de ellas.

—Toma tu tequila amor —Jisoo le daba la bebida a su esposa.

—¿Crees que puede llegar a venir? —Jennie le consultaba a su amiga que estaba mirando de vuelta hacia la entrada

Rosé se encogió de hombros— Probablemente está viendo la forma de esconder más maldita pornografía dentro de algún lugar raro como... no se —tomó de su copa— Como la pesas del gimnasio o algún estúpido lugar que yo no frecuento seguido... ¡Dios! ¡Detesto a la maldita Jesica Larsson! —la fotógrafa se estaba descargando— ¡Detesto a cualquier mujer con la que mi esposa quiera acostarse que no sea yo! —seguía— Es más... Brindo por ya no ser deseada por mi mujer —Rosé levanto la copa haciendo que Jisoo y Jennie se miraban.

—¡Demonios! —alguien chocaba con Rosé haciendo que tirara su vino blanco al piso— ¿Acaso no miras...? —una cara conocida para la rubia— ¿Doctor? —una de las pesadillas de Lisa aparecía en la fiesta

—¡Roseanne Park! ¡Lo siento! —la reconoció— No te vi, discúlpame —secaba a la rubia con su mano aprovechando a tocarla. El hombre miró para todos lados— No veo a tu esposa aquí —le dijo, parecía contento.

—No vino conmigo —la fotógrafa no pudo evitar pensar que a su mujer no le gustaría nada ver a este tipo con ella.

—¿Te dejo sola? ¿A ti? ¡Que locura! ¿Acaso no sabe que clase de mujer tiene a su lado? —empezaba el coqueteo descarado. La rubia no pudo evitar sentir ganas de golpear doctor por atreverse a hablar de su mujer.

—Creo que voy a volver con mis amigas —Rosé estaba incomoda— Nos vemos luego —quiso irse, pero una mano en su brazo la detuvo

—Solo baila conmigo una sola canción —la rubia quería negarse— Por favor —después de todo solo era un baile ¿cierto?. La fotógrafa volvió a mirar a la entrada. No señales de su esposa.

Pues si Lisa se divierte sin ella, Rosé no podía ser menos, le dio la mano al doctor— Un baile no se le niega a nadie —le dijo y se dejó guiar al centro de la pista.

—Esto no le va a gustar nada a Lisa —Jennie bailaba con su esposa y seguía de cerca a Rosé.

—Esperemos que no se entere —Jisoo pensaba igual que su mujer.

CUÁNDO, DÓNDE Y CÓMO EL AMOR QUIERA | ChaelisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora