Capítulo 3:

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—No tienes que hacerlo si no quieres—Dijo Kim aun dándole la oportunidad a Tom de huir.

Tom estaba en la puerta de casa de Kim con unas flores y con una velita aromática olor lavanda, y Kim habia salido a recibirlo antes de que su papá lo asuste.

Tom no entiende la advertencia, ya que le parece un poco tarde para huir. Ya le habían abierto la puerta, y Tom ya estaba preparado psicológicamente para lo que sea que le pudiesen decir o hacer.

—No te preocupes—Dijo Tom sonriente—Tengo una velita y unas flores, esto ya está ganado—Tom y Kim se vieron interrumpidos por la madre de Kim, la cual no iba a saludar ni a recibir a nadie, ella iba de salida.

—Compermiso chicos compermiso—La señora Vasileb se abrió paso para pasar por la puerta—¡No dejes que te intimiden niño! ¡Tú eres el príncipe y mi marido el ogro! ¡ENSEÑALE!—Dijo la señora Vasileb casi corriendo a su auto.

—¡¿No te vas a quedar?!—Preguntó Kim gritando por la lejanía entre su madre y ella.

—¡Cena de trabajo!—La señora Vasileb ya estaba en su auto—¡NO DEJES QUE TU PAPÁ HAGA LO QUE QUIERA!—Dijo por ultimo la señora Vasileb antes de perderse entre la noche con su auto.

Tom rio por la graciosa y apresurada aparición de la madre de Kim, la cual, mas bien estaba huyendo del compromiso para no ser parte de la masacre y que Kim no se enoje con ella de por vida por que su papá asustó a su novio.

—Buenas noches—El señor Lenin al escuchar voces en la puerta ha ido a abrir y que esa víbora no se le escapara de entre las manos.

—Buenas noches señor Vasileb—Saludo cortes Tom desde lejos, ya no quería darle la mano al señor Lenin, y aprovechando sus flores y su velita, podía omitir esa parte—Le he traído esto—Tom le ha dado su velita al padre de Kim.

El señor Lenin ha tomado la vela y la ha olfateado, y después de hacerlo, hizo una mueca de asco.

—Odio la lavanda—El señor Lenin ha sido grosero con Tom, pero por suerte Tom estaba preparado para esto.

—He comprado más si no le gusta esa—Tom compró 3 velitas y un pastel pequeño por si lo llegaban a despreciar así como lo acaban de hacer.

Tom ha estado preparándose para esto durante toda la semana, no ha dejado ir ningún error.

—¡Claro que no!—Se metió a la conversación Kim, ya que le daba mucha vergüenza que su papá haya sido grosero, y mas sabiendo que el señor Lenin halaga a su esposa todos los días por su perfume de lavanda—Mi papá solo te estaba molestando, pasa por favor—Kim ha dejado pasar a Tom, y le ha quitado el ramo de flores de las manos para ayudarle—Están muy lindas las flores, muchas gracias—Halagó Kim para que Tom pudiera desenvolverse.

—¿Tu crees mi amor?—El señor Lenin se metió entre esos dos—La de ahí se ve un poco triste, deberías ponerlas en agua para que no se marchiten—El señor Lenin corrió de forma amable a Kim.

Kim al no tener mas opción, fue a hacer lo que su papá dijo, poner las flores en agua, lo cual ella fue a hacer casi corriendo para no dejar mas de un minuto a Tom solo.

En cuanto Kim se fue, Lenin ha dejado salir su verdadero ser.

—Escúchame bien víbora rastrera—El señor Lenin ha tomado a Tom bruscamente por los hombros—Yo se lo que quieres de mi hija y no te lo va a dar, te mataré antes de que siquiera pienses en eso. Te mataré si te vuelvo a ver con ella, es mas, te mataré si piensas en ella, te estaré vigilando, yo no descanso, así que estate atento—El señor Lenin no juega.

—Señor Vasileb me está lastimando—El señor Lenin apretaba muy fuerte los hombros de Tom—Dejemos de hablar y pasemos, que de seguro Kim nos espera—Tom era muy bueno guardando la compostura, a pesar de que lo acaban de amenazar de muerte.

El Novio De KimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora