Aclaraciones: Fic ubicado posterior a la batalla contra Hades; universo alterno donde los santos son revividos.
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"Te quiero"
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Seguramente, si Seiya de Pegaso hubiese escuchado lo que Aioros oyó saliendo de la boca de Seika, habría mandado el decadente trasero de su mentor de vuelta al hades.
—Disculpa... ¿qué dijiste? —preguntó pasmado en su sitio.
Seika, hace poco que llevaba el apellido Kido al igual que el resto de sus hermanos, los cuales solían llevar armaduras de bronce mientras peleaban a favor de la diosa griega de la guerra, sin embargo, no hace mucho ella hizo un viaje corto hacia Grecia, donde Seiya aprendía ser un caballero de oro junto a los otros cuatro.
Fue entonces que ellos dos se conocieron.
Aioros nunca había vivido con una mujer, no sabía exactamente qué modales mostrar o cómo hablar sin llegar a incomodarla, pero, con el tiempo, se acoplo bastante bien a la compañía de la hermana mayor de su discípulo.
—Señor Aioros... lo quiero —le susurró Seika, sonrojada, abrazándolo; pasando sus pequeñas manos por entre sus brazos y costados con el fin de sujetarle la espalda, pegando su mejilla contra su pectoral derecho.
El maestro del nuevo santo de sagitario, parpadeó confundido y enteramente en blanco por algunos segundos.
Le costó acoplarse y recordar que hoy era su cumpleaños número... cuarenta y algo, sin embargo, su cuerpo lucía tan joven como alguna vez había sido cuando falleció a causa de la traición de Saga, o más bien, el lado maligno de este.
De verdad... le costó recordar que ya había anochecido hace rato, qué Seiya estaba dormido en sus aposentos luego de haber comido bastante carne, y ellos dos estaban solos.
Seika, antes de irse a dormir, dijo que quería darle un obsequio. Un libro. En él, fotografías asombrosas donde se mostraban sitios naturales que Aioros no había podido visitar en su otra vida, y tal vez, podría hacerlo en esta, lo deslumbraron. Sin embargo, antes de poder agradecer el gesto, Aioros se congeló cuando Seika soltó esas palabras a quemarropa:
»Señor Aioros, lo quiero.
Ahora ella lo abrazaba.
Con las sienes punzándole, él la apartó poco a poco, viéndola con un ligero rubor en sus mejillas.
Oh, dioses... oh, dioses...
Ni siquiera estar frente a frente al Muro de los Lamentos le hizo temblar tanto.
—Te-ten... tengo que irme.
Dijo bastante rápido, cayendo en el pánico. Dio media vuelta y con suma rapidez salió corriendo de ahí.
Sus pies no pararon hasta que llegó a las orillas del mar.
Sin darse cuenta, había huido de su propia casa, pero luego prefirió dormir sobre una roca esa noche a arriesgarse a mirar ese angelical rostro otra vez y no poder contener los deseos de besarlo.
Esa chica...
Enfocando su mente en la norma recién creada de "no tocar a la hermana de su sucesor", él se abrazó al libro mientras trataba de controlar los latidos de su corazón.
—FIN—
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Ⓣⓔ Ⓠⓤⓘⓔⓡⓞ.🅝🅞 🅣🅔 🅠🅤🅘🅔🅡🅞
Fanfic【 13 parejas hetero 】Doce historias; doce santos. Casi... la misma situación. ¿Cómo reaccionarán los doce santos dorados al decirles, "te quiero" o "no te quiero"?