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『"Te quiero"』Helena x Death Mask

Aclaraciones: Fic ubicado posterior a la batalla contra Hades y Loki; los santos dorados permanecen vivos.

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"Te quiero"

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En su pasado, Death Mask fue un hombre de ideas claras... un maldito y sádico asesino que estaba orgulloso de serlo, si se quiere ser más específico.

Sin embargo, desde que él murió en Atenas a manos de Shiryū de Dragón...

Luego resucitado por Hades bajo una falsa traición...

Revivir para ser un digno sacrificio en el Muro de los Lamentos... y más tarde siendo resucitado (por tercera vez) por del dios nórdico, Odín, con el fin de ayudar a la gente en Asgard.

Todas esas experiencias habían hecho que Death Mask... cambiase, un poco, su inicial forma de ver la vida.

La justicia y el poder no iban de la mano; el que vencía no siempre era el bueno. El maestro de libra había tenido razón.

Morir y resucitar varias veces no sólo concedía la oportunidad de sentirse como nuevo... sino también, para reflexionar en los actos de tu vida anterior.

Él había llegado a una conclusión: Sus pecados... eran demasiados para ser expirados en tan poco tiempo.

Mucha sangre, bastante inocente, todavía escurría entre sus dedos... y lo peor es que apenas se estaba dando cuenta de lo errado que había estado por muchísimos años.

»Hermanito, te queremos.

Si Helena y sus hermanitos supiesen todo lo que él había hecho... si pudiesen ver el monstruo que Death Mask había sido en su primera vida... y pudiesen ver en primera fila todos sus crímenes... ellos, ¿seguirían sonriéndole? ¿Seguirían... queriéndolo bajo su mismo techo?

—¿Por qué? —preguntó él viendo a Helena, terminando de amarrar un ramo de flores bastante modesto.

—¿Por qué, qué? —inquirió ella de vuelta, no captando su mensaje.

Entendible, estaban en total silencio, los dos solos luego de que los hermanitos de Helena se fuesen a jugar con algunos amiguitos de su edad.

—¿Por qué me... quieres? —susurró la última palabra.

Helena sonrió con ternura sin mirarlo.

—Porque sí.

—Ya, pero, ¿por qué? Es decir, ¿acaso no temes porque sea un... —asesino, iba a decir—, borracho y un apostador?

Al final, todavía no podía decir las palabras correctas. Todavía tenía miedo de lo que pasaría si lo hacía.

—No —respondió Helena con simpleza.

Frunciendo el ceño, Death Mask se mantuvo callado el resto del día.

¿Por qué alguien tan buena como Helena lo quería?

—Death Mask.

—¿Mmm?

—Te quiero.

Mirándola de reojo con seriedad, él volvió a oír la pregunta en su cabeza.

«¿Por qué?» tragó saliva, inhalando profundo—. Yo también —bisbiseó tímido, apenado y sintiéndose indigno.

—FIN—