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Advertencia: lenguaje explicito y descripción de situaciones que podrían incomodar al lector.


27. Capitulo.

Tres días seguidos y los habían atacado sin parar muchas veces Hinata se sintió tentada a "fallar" en su misión de cuidar que nada les sucediera sin embargo no podía hacerlo este era un obstáculo más en su camino uno que tenía que enfrentar tarde o temprano, comprendió el sentimiento que Sasuke le daba a la palabra patético, ahí recibiendo heridas por Kunais y shurikens, sin poder comer bien, sin poder dormir del todo, esquivando trampas, sin siquiera tener la oportunidad de darse un baño apropiado por el miedo solo por proteger a esos sujetos se sintió patética, no se podía engañar a sí misma con falsa amabilidad o lastima, se sentía patética de no poder matarlos – Otosan, Sasuke quisiera que estuvieran aquí – lo más frustrante era no poder decir nada porque en esta nueva oportunidad que se le otorgo nada había sucedido


El penúltimo día había llegado a la mañana siguiente llegarían a Konoha, el alivio era enorme al fin esos tipos estarían encerrados esa noche Kiba haría guardia primero hasta el relevo que sería en la madrugada por Shino. Hinata no supo qué hora era, se veía oscuro afuera, las ganas de ir al baño eran mayores a ella asomo su cabeza por la carpa viendo a Shino y Kiba conversando – de seguro ya lo va a relevar – salió y les dijo que necesitaba ir al baño antes de que despertaran a Akamaru para que la acompañara ella les dijo que iría muy cerca que no era necesario, Hinata fue hasta quedar detrás de unos árboles; bajo su pantalón junto a su ropa interior para poder orinar escucho un ruido muy cerca y sin importarle que se podría ensuciar voltio posicionándose para un combate, una piedra iba directo a ella, por unos segundos logro esquivarla, Hinata no llevaba su venda puesta, no podía activar su Byakugan, los espías enviados que los venían persiguiendo estaban cerca no podía arriesgarse

- Para ser ciega tienes buenos reflejos – Hinata elimino la posibilidad de su Kekkei Genkai y el hombre que le doblaba cualquier característica física se acerco dando por sentado que ella no tendría ninguna posibilidad de ganarle – no hagas ruido muñequita no vuelvas esto mas difícil para ti – el ver a esa pequeña niña que no debía pasar los trece años lo excitaba le recordaba un poco a la hija de ese idiota, ojala fueran de la misma edad callo en cuenta en que la niña estaba prácticamente desnuda de la cintura para abajo se podían ver una pequeñas manchas de orina en su ropa definitivamente ella sabía que vendría era claro que los estaba provocándo desde el primer día una lástima que sus compañeros no llegarían a probarla de seguro no habían encontrado la oportunidad de escabullirse como él, sintió su pene palpitar así que decidió igualar las condiciones bajando también sus pantalones – te arrepentirás de haberme puesto tan duro muñequita


Hinata sintió como la piel se le enfriaba a pesar de la calurosa noche era como si por sus venas pasara hielo esa bestia en frente era asquerosa sabia que ese sujeto pensaba que ella no haría nada, puede que no sea tan fuerte pero lo iba a moler a golpes incluso si eso significaba morir ahí, el hombre seguía pasando su mano por toda la extensión de su pene mientras no quitaba la vista de sus partes intimas que quedaron expuestas ante aquel despreciable ser humano, Hinata se congelo por un momento recordando esa celda en donde la habían mirado así, estaba acumulando chakra en sus manos puede que no pudiera usar su Byakugan pero ella no era ninguna inútil sospeso la idea de infligirse un poco de daño a ella misma para reaccionar y tener valor pero entonces el sujeto hablo


- Te pareces tanto a la hija de ese idiota haa – sonidos empezaban a salir de la boca de ese tipo – haa si tan haa solo tuvieran la misma edad haa – Hinata no se movió, sus sospechas habían sido ciertas – haa ocho años y serias perfecta

Esta vez, yo nos salvare.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora