29. Capítulo.
La amargura se sentía pesada en su cuello – maldita sea – la sola idea de que otra vez se pudiera quedar solo era patética a su gusto aun así le dolía hasta lo más profundo de lo que restaba de su alma, al subir las escaleras ignoro la mirada perdida que tenía el Jounin, cuando llego a su puerta la abrió bruscamente y la cerro de golpe, solo así en la privacidad de ese cuarto se permitió llorar, hacía mucho tiempo que no lo hacía ni siquiera por sus recurrentes pesadillas, sabía que era estúpido sentirse así el ya no era un maldito niño que hacia berrinche si algo no le gustaba aun así sus lagrimas no cesaron, recordó más de lo que hubiera deseado haciendo que su dolor se impulsara, su hermano lo había abandonado, dejado de lado, prácticamente le escupió en la cara, desde que entro a ese inservible escuadrón todo se fue a la mierda en ese entonces sabía que su hermano sufría, o por lo menos eso parecía, era solo un niño que no entendía que era lo que le pasaba a su querido Nii-san, lo que creyó como sufrimiento solo fue el inicio de la decadencia del alma de Itachi, era muy infantil su miedo, lo sabía, no podía evitar sentir temor al pensar que pasaría lo mismo, cuando lo perdió todo ella estuvo ahí, le dio la oportunidad de irse dejándolo en su miseria y ella se quedo, lo había ayudado, había sido paciente, le había dado un lugar al cual llamar hogar en donde se sentía seguro porque eso era ella; Hinata era su hogar y si lo perdía, si incluso ella lo dejaba solo por que descubrió que no valía la pena estar con él estaba seguro que no lo resistiría, lo cierto era que no tenía nada en esta tierra, si Hinata se llegara a ir ¿Qué pasaría? ¿Por qué luchar? Todo este tiempo no lo mantuvo cuerdo la idea de ir a cazar a su hermano, lo mantuvo cuerdo aquella que siempre estaba a su lado, agarrándole las manos, quedándose hasta que se volvía a dormir, mas que no querer que se alejara no quería que muriera, si su Hinata estaba viva era suficiente para no perderse en la locura incluso si no estaba a su lado, el verdadero motivo de su enojo, de su tristeza, era el miedo, el puro miedo de pensar en que algo llagara a pasarle, aun recordaba el dolor que sintió cuando creyó que había muerto fue un alivio saber que solo estaba en el hospital, esos mismos sentimientos de impotencia volvieron a él con más fuerza, se enojo con el mismo por gritarle, por hablarle así, era un idiota y muy en el fondo sabía que no era del todo normal sentirse así ¿sentir tanto dolor era normal? Ante el pensamiento de ella en peligro o muerta lo invadía una sensación aterradora, empezaba a temblar y sudar frio, su mente se volvía un desastre, la peor parte era cuando llegaba al final, una imagen borrosa sin siquiera poder ser consciente de su entorno, las lagrimas paraban pero las emociones fluían libremente podía sentirlo todo y a la vez nada, no importaba lo fuerte que se quisiera mostrar, si ella moría sabia que la seguiría sin siquiera pensar, a la mierda todo, el mundo, sus inseguridades, la muerte de su clan, de sus padres, Itachi no importaba, nada, todo se podía ir al infierno el quería a Hinata, su Hinata, sana, salva y feliz así la felicidad de ella le arrancara el alma
“Dime que estarás conmigo por siempre”
“Eternamente “
Así la felicidad de ella le arrancara el alma
- Eternamente
Kakashi salió al pequeño patio que tenían, ese día habían pasado muchas cosas; primero fue lo de Iruka al reclamarle el por qué de sus nominaciones sin preocuparse le contesto de una manera muy golpeada y a pesar de que hablaron para la “prueba” que Iruka le haría a sus alumnos pudo notar que el ambiente era tenso, el joven Sensei ni siquiera le sonrió y desde hace unos días Kakashi había admitido, no en voz alta, que esas sonrisas le gustaban, lo segundo fue lo de Gai, su frustración solo aumento al escucharlo hablar de como deberían decirle la verdad al niño Hyuga – maldita sea tan solo pensarlo me vuelve a poner furioso - Kakashi inhalo para relajarse no era molestia contra ese chico, un poco si, en su mayoría era esa pequeñísima posibilidad que Gai implanto en su cerebro aun a sabiendas de que si la reconocían no había nada que pudieran hacer para quitársela al menos que quisieran a sus enemigos ir a sacarle los ojos a cada Hyuga para comprobar la teoría y solo para terminar su amiga venia con una noticia, mas bien, con una decisión de la cual no había formado parte ¿se sentía herido? No, desde hace tiempo venia sospechando que su hija seria atraída por el escuadrón Anbu, un nuevo suspiro salió de su boca, esta era una de las partes de la paternidad que son una mierda, se había levantado de buen humor, incluso había comprado una nueva edición de su ya preferible libro todo parecía bien, parpadeo y todo se fue al carajo, Gai no le preocupaba ellos eran mejores amigos de años se arreglarían naturalmente ya habían pasado por peleas su amistad no era algo que estaba en juego, en cuanto a su pequeña ciertamente el no podía hacer nada desde que Hinata se convirtió oficialmente en ninja lo que respectara a su carrera solo era decisión de ella, tenia autonomía en ese asunto y más si el consejo notaba su talento por su supuesto que el notaba lo esplendida que era su hija, su control de Chakra era de envidiar ¿pero cómo le explicaba eso a su corazón de mama gallina? La preocupación no se iría así que solo podía hacer eso; preocuparse y luego estaba esa otra molestia en su corazón; Umino Iruka, admitía que se había portado grosero con el casi casi mándalo al demonio ante todos, razonándolo ¿no era eso lo que había hecho? Una vez que todo paso se quiso dar un golpe, el hombre incluso lo había consolado y ahí iba el reluciendo el temperamento Hatake, tirando todo a la borda, no se retractaba de lo que dijo, se retractaba de la manera en la que lo dijo pudo haberlo dicho mejor tal vez un poco más amable, el muchacho no tenía malas intenciones solo era un padre preocupado, el tipo había sido amable con él y su pequeña, cuatro años conviviendo y a Kakashi le basto menos de un minuto para arruinarlo, quería mantener esa amistad que tanta paz le daba, volvió a soltar otro suspiro – estoy jodido –
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Esta vez, yo nos salvare.
FanfictionNunca te entendí, esa es mi única verdad. No importaba lo que hiciera, no importaba si me esforzaba, no importaba incluso si me veías sangrar, no importaba porque tú eras la razón de todo. "¿Cuándo dejaras de ser una vergüenza?" creo que nunca deje...