II

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El pelirrojo caminaba por las calles de su ciudad, estaba comenzando a hacer frio, pero quería intentar acercarse a su objetivo antes de buscar un refugio o volver a casa, no podía ser tan difícil, pero pronto se pondría a llover y lo mejor para el seria encontrar a su objetivo y acercársele lo antes posible.

Era cierto tipo de fortuna el haber chocado con él hace unas horas, de lo contrario, sería mucho más difícil para él poder acercarse, pero ese accidente le podía abrir nuevas posibilidades a ambos.

Caminó por unas cuantas calles, pasando cerca de un sector lleno de tabernas y cafeterías, y finalmente lo vio, sentado en una terraza, bebiendo quizás quien sabe qué tipo de trago y concentrado en sus pensamientos.

Iba a acercarse, pero hizo caer a una joven al piso en un descuidado movimiento brusco, llamando la atención de unas cuantas personas, le fue inevitable adquirir una expresión de pánico, odiaba llamar la atención.

-lo siento, ¿estás bien? -dijo extendiéndole la mano, pero la chica lo apartó violentamente.

- ¿Qué mierda te pasa? fíjate por donde vas -le reclamó molesta.

La miró con una mezcla de sorpresa e incomodidad, mientras que otro montón de gente se detenía a ver la escena, él le había pedido perdón, ¿Qué se supone que debe hacer ahora?, retrocedió unos cuantos pasos, mirando de reojo el lugar donde se suponía que estaba el otro, encontrándolo vacío y preocupándose por su situación.

Antes de que pudiera decirle algo más fue arrastrado hacia el interior de una taberna oculta en un callejón solitario, en el preciso instante que comenzó a llover.

-eso estuvo cerca, te debía una -dijo el moreno entrando al local y caminando hacia una mesa.

- ¿eh?

-te boté al piso, ¿no recuerdas?

Le había tardado un segundo en procesar que frente a él estaba su objetivo, entregándose a él en bandeja de plata.

-ah, ahora recuerdo, sí, yo igual lo siento, tal vez haberte insultado hubiera sido más simple.

El moreno lo observó ligeramente ofendido.

- ¿por qué no mejor dejamos eso de lado y tomamos algo? yo invito -ofreció generosamente.

El pelirrojo quiso negarse, pero esta era la oportunidad perfecta para ambos.

Mientras que ambos se acomodaban cerca de la barra, el dúo de amigos observaba todo desde el segundo piso, ambos disfrazados, ocultos en unas mesas poco visibles.

Habían llegado poco antes que ellos y habían ordenado algunos fideos mientras hablaban del desarrollo de su plan, ignorando sus responsabilidades.

- ¿no crees que esto es emocionante? es la mejor idea que he tenido estando borracho por lejos.

-no lo sé, si los observamos constantemente se darán cuenta.

-lo siento, me emocioné.

-lo noto.

Su conversación fue cortada por el mesero, que traía dos platos de pastas con boloñesa y un montón de paquetes de queso rallado (a petición del menor).

Se mantuvieron un rato en silencio, pero luego de unos minutos, el pelinegro habló.

-Childe...

- ¿que?

- ¿no crees que es mucho queso...?

-nope -contestó abriendo su quinta bolsa de queso rallado.

-pero Childe, tienes más queso que fideos...

-cállate Zhongli, claramente no eres capaz de apreciar el arte del queso rallado.

El menor continúo mezclando el queso y fideos bajo la atenta mirada del otro, aunque estaba más concentrado en escuchar la conversación de los otros dos.

- ¿qué tanto me miras? ¿quieres? -preguntó acercándole un poco de queso con fideos.

-paso.

El par de investigadores se encontraba en la barra, completamente ajenos a los sucesos que ocurrían en la segunda planta, conversando mientras bebían algo, e intentando conocerse más a fondo, aunque quien más aportaba a la conversación era el moreno, quien se lo había pasado hablando de diversos temas, aunque siendo complementado por uno que otro comentario por parte de Diluc.

-entonces, ¿me estás diciendo que enterraste a tu hámster... vivo?

-bueno, el lugar donde vivía era frio, ¿yo cómo iba a saber que no estaba muerto?, en mi defensa, tenía 5 años, era mi primera mascota y también mi primer trauma.

- ¿cómo se llamaba?

-Cereales.

- ¿ese siquiera es un nombre?

- ¿tienes algo mejor? -contraatacó.

-bueno, una vez tuve un pollo, pero no alcanzó a tener nombre.

-¿y eso por qué? -preguntó antes de tomar un trago de vino.

-lo hicieron sopa.

En un pestañeo la mesa estaba mojada con vino luego de que el moreno lo escupiera de la impresión, ¿realmente necesitaba averiguar todo de este hombre? porque no se imaginaba a nadie contando algo tan traumatizante de una forma tan normal.

Luego de un silencio, el pelirrojo siguió hablando.

-también tuve un cordero...

-creo que ya escuché suficiente, ¿por qué no mejor me hablas de ti? sin involucrar mascotas, claro~.

No existía mejor momento que ese para cambiar de tema e indagar, y mucho menos lo seria si el moreno aplicaba sus técnicas de seducción para estos casos, después de todo, era una de sus mejores armas, y cada uno de sus objetivos caían como moscas en su trampa.

Sin embargo, en todo lo que siguió de la conversación, el pelirrojo ignoró olímpicamente estos intentos, pensando en su interior que no tenía tiempo para cuestionarse las acciones del otro, mientras que, dentro del moreno, comenzaba a sembrarse una nueva sensación, una mezcla de confusión y pánico al no ser correspondido en lo más mínimo.

"esto no puede ser tan malo, ¿no?, debe ser hetero seguramente..."

Pero para desgracia del moreno, eso no era así.

En todos los años que había usado esos trucos, jamás se había topado con alguna persona que no cediera, aunque sea un poco, porque él sabía que era guapo, y lo aprovechaba, pero de alguna manera, el que el pelirrojo no mostrará ningún signo de estar cediendo cada vez lo desesperaba un poco más.

Diluc por su parte, nunca había querido desesperadamente acercarse a nadie de esa manera, la gente le coqueteaba, sí, pero él nunca mostraba un interés extenso, ni mucho menos tenía experiencia en esa área, todo lo que podía hacer era intentar mantener un balance entre la aceptación y la distancia.

No podía permitir que su objetivo se alejara, pero tampoco sabía qué hacer en medio de esa situación, no le gustaba la idea de jugar con los sentimientos de otra persona, pero cuando se trata de conocer a profundidad a alguien, lo ideal sería mantenerlo cerca, ¿no?

Juego de Seducción - KaelucDonde viven las historias. Descúbrelo ahora