Amor 101 (En Proceso)

Capítulo 8 Primer encuentro

Creo que me quedé dormida, no se cuanto tiempo, ellos nunca me dieron un reloj de pulsera y para ser honesta no lo había necesitado, pero ahora entendía porque las personas de las películas lo llevaban a todos lados; en este momento me sería de gran utilidad.

Había un ruido que cada vez se hacía más fuerte, me giré un poco para ver de donde provenía; a través de las ramas logré distinguir movimiento, pero desde esta altura me era imposible saber a que se debía.

Decidí bajar del árbol, era arriesgado pero quedarme ahí no era una opción; al no saber cuanto tiempo había transcurrido corría el peligro de que en unas horas se hiciera de día y me fuera más difícil esconderme. Tenía que alejarme lo más que pudiera de ese lugar.

Mientras iba bajando me aseguré de no generar mucho movimiento para no llamar la atención, llevaba en la mano una de las armas que me dificultaba el movimiento. Una vez que mis pies tocaron el suelo, comencé a caminar para ingresar aún más en el bosque. Pero me detuve al escuchar de nuevo ruido, la curiosidad se apoderó de mi, así que decidí acercarme para ver de donde provenía; justo cuando había llegado cerca de los límites del bosque hacia el campo abierto me detuve.

Eran camiones todo terreno de esos que parecen de uso militar, y eran bastantes unos 30 al parecer. ¿Todos estaban ahí para buscarla? Bueno no me quedaría aquí para averiguarlo. Di media vuelta y me dirigí nuevamente al bosque, traté de ir trotando la mayor parte del tiempo, pero cuando sentía que estaba muy expuesta me detenía y decidía caminar.

Pasados unos minutos u horas (no estaba segura, aún estaba oscuro) comenzó a darme hambre, estaba tratando de aguantar lo más que podía para no comer, pero no estaba acostumbrada, me detuve cerca de un tronco tirado que usé como sitio donde sentarme; abrí la mochila.

- Demonios!!- Dije al aire.

Todas las cosas estaban regadas, los cartuchos la comida, la ropa; la mochila era un desastre. Decidí no darle importancia saqué una barrita y una botella de agua a la que solo le di un par de tragos y coloqué de nuevo en su lugar, y cerré la mochila.

La barrita la destapé y continué caminando mientras la comía, lo que importaba es mantenerme en movimiento; comí de manera muy lenta tratando de engañar a mi cuerpo para que ya no tuviera hambre y creo que funcionó. Me deshice de la envoltura arrojándola a un lado, no llevaría conmigo basura y aquí no había donde más dejarla.

Continué caminando varios metros, el cielo comenzaba a esclarecer lo que podía indicar que eran como las 6:30 de la mañana, necesitaba dormir, mi cuerpo me lo pedía. No estaba acostumbrada a permanecer tanto tiempo sin comida y sin dormir; en el sector solían darme medicamentos para que durmiera y me había hecho codependiente, tanto que mi cuerpo ahora los exigía.

Me obligué a continuar pero el cansancio era demasiado, me senté cerca de unas piedras, escondida por los árboles, aún llevaba el arma en las manos y la sostuve cerca de mi pecho al mismo tiempo que cerraba los ojos. Sabía que no era seguro estar sentada tan al descubierto y más de día, pero mi cuerpo estaba tan cansado que no podía siquiera trepar un árbol y esconderme ahí; solo me quedaba permanecer lo más alerta que pudiera y esperar que no se encontrara nadie cerca.

***

Abrí los ojos de golpe, el sol estaba en su punto máximo; de alguna manera los rayos que se filtraban por las ramas de los árboles estaban dándome directamente en la cara. Pero eso no fue lo que me despertó, fueron esas pisadas y murmullos que no se escuchaban muy lejos de donde me encontraba, poco a poco me levanté sin hacer ruido mirando a ambos lados, pero sin ver nada ni a nadie.

Si me movía corría el peligro de que ellos me escucharan, pero si no lo hacía y me veían de todas formas estaba en peligro. Decidí quedarme ahí escondida lo más que podía, con el arma cerca. Y de repente lo vi.