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¿Cọ́mọ ṣẹrị́a ụn ɗị́a ẹn la playa?
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La idea se les había ocurrido cuando anunciaron en Inazuma una zona para pasar un rato en las orillas del mar como algo turístico.
Se quedarían unos días de vacaciones, Ajax estaba preparando todo; la confirmación de su hotel, bloqueador solar (alto negocio para los alquimistas), traje de baño, una sombrilla y... algunos otras cosas.
En su mente estaba ya todo planeado, pasarían toda la mañana en el mar, y en la tarde una cena romántica para calentar el ambiente.
Lastima que cuando el salió de casa, tu tenías a sus tres hermanos pegados a ti con sus bolsones listos para acompañarlos en el viaje.
—¡Woah! ¡Tonia ven a este lugar! —Gritó Teucer, corriendo en dirección al mar con su salvavida.
—No vayan muy lejos —Les mencionaste antes de verlos perderse entre la multitud.
Acomaste las cosas en un lugar, lista para descansar —Ven aquí, cariño —Palmeaste la toalla en la arena para que se sentará al lado tuyo.
Él seguia con su mueca en los labios, se puso al lado tuyo empujando tu brazo antes de poner su cabeza en ella.
—¿Esta todo bien? —Preguntaste.
—Quería estar a solas contigo —Lo viste haciendo un puchero.
—¿A solas? —Ambos se miraron —Pero si te gusta venir con tus hermanos —Sonreiste.
—Si pero... Tu entiendes, llevamos casi un año de casados y no tuvimos aún nuestra Luna de miel.
Reiste por su comentario, haciendo que sus mejillas se volviesen rojas —¿Y si mejor vamos a jugar con tus hermanos? Puede que te distraigas.
Seguía con su mueca como un niño pequeño, besaste su mejilla y lo jalaste hasta las atracciones donde estaban sus hermanos.
No tardo ni cinco minutos en unirse a ellos, divirtiéndose con todo tipo de juegos, a tal punto en que te sentias una anciana porque los cuatro pelirojos no se cansaban y seguían de un lado a otro.
