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Se encontraron en el café del centro comercial, Haechan lo esperaba de pie, y con un regalo sorpresa en sus manos, envuelto en papel madera.

Al verlo llegar lo saludó con alegría y corrió hacia él, deteniéndose a medio metro, deteniendo su mano antes de bajar su barbijo resistiendo las ganas de darle un beso, ya lo habían regañado por haberlo besado, así que se detuvo frente a él, y sin decir nada al respecto, Mark ya sabía que no podía hacer esas cosas y para eso venía preparado.

—Tengo esto— dijo el mayor, y sacó de su bolsillo una pequeña plancha de stickers que había visto en un puesto de juguetes infantiles en la entrada del centro comercial, esta era de besos y corazones.

Haechan rió con esa ocurrencia, mientras Mark rompía el paquete y tomaba un beso, una marca de labios de color rojo y pegaba el sticker en la mejilla de Haechan, haciendo que se ruburizara.

—Y-yo… también te traje algo— murmuró Haechan, rojo hasta las orejas, y extendió el regalo hacia él, Mark lo miró un momento antes de tomarlo.

Rompió la envoltura con cuidado y tomó el gorro color amarillo patito y sonrió como un tonto.

—Yo lo tejí— dijo Haechan, y Mark asintió, porque lo sabía—. Y también combina con el mío.

Los ojos gatunos de Mark fueron hacia el gorro nuevo que tenía su compañero en ese momento, del mismo color, idéntico al suyo.

—¿No te molesta compartir algo así no nada, no? ¿Es muy rápido?

—Es genial— lo interrumpió Mark.

Haechan soltó uno de sus ruiditos alegres de bebé y Mark sonrió más ampliamente.

Se quitó el gorro de siempre, el que según Haechan era la tapa azul de una botella, se sintió incómodo al tener su cabeza calva expuesta hasta que se colocó el gorro de lana amarillo.

Miró a Haechan, a quien se le notaba su sonrisa debajo del barbijo, sus ojitos estaban casi cerrados y se marcaba perfectamente el doblez debajo de estos, cuando su sonrisa se relajó un poco y pudo ver sus ojos de color avellana, estos tenían un brillo raro y hermoso que Mark no podía describir.

Nadie lo había mirado de esa manera en su vida.

—Eres muy hermoso, Mark— dijo Haechan, por lo bajo, casi un murmullo.

—Tú eres lo más hermoso, Haechan— imitó Mark.

Y de nuevo el menor rió como un niño, con alegría sincera.

Mark tomó su mano y comenzaron a caminar por aquel centro comercial, preguntándose mutuamente que querían hacer en esa cita, aunque ninguno tenía idea en verdad, y sólo querían pasar el rato juntos, haciendo algo o haciendo nada.

Mark tomó su mano y comenzaron a caminar por aquel centro comercial, preguntándose mutuamente que querían hacer en esa cita, aunque ninguno tenía idea en verdad, y sólo querían pasar el rato juntos, haciendo algo o haciendo nada

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Actualización después de un largo tiempo ª
Espero les guste el cap 💗

Chemo - MarkhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora