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Haechan pasó semanas en el hospital, y Mark seguía junto a él, a pesar de que todo lo que pasaba allí, esperarlo, le afectaba, verlo igual que el día anterior, sin tener noticias de cómo se encontraba, si podría curarse o si aún había que esperar.

La última buena noticia que habían recibido fue que su cuerpo había recibido el trasplante sin problemas, aunque tampoco tenía mucho sistema inmunológico de sobra para pelear contra lo único que podría salvarlo.

Aún así, debía quedarse en el hospital porque estaba bastante débil, y tenían que esperar meses para saber si estaba finalmente curado, por ahora, debía conformarse con que el trasplante funcionara.

Fue una noche, en la que Mark pidió permiso especialmente para llevar un regalo a Haechan, un pastel, de vainilla con chocolate y crema, decorado con fresas, todas cosas que el mayor sabía que a su novio le gustaban.

— ¡Lee Dong Hyuck! — Mark entró de golpe y gritando a su habitación, haciendo que el menor diera un salto y lo insultara, cargaba con una caja en su mano, con el pastel—. Sorpresa, cariño.

— ¿Es alcohol? — preguntó el menor.

— No, pero tiene.

— ¿En serio?

— No.

Haechan hizo un puchero.

— Eres un pésimo novio, no me pasas alcohol al hospital.

— Pues tú eres un novio aún peor porque te olvidaste de nuestro aniversario— Mark hizo un puchero aún más marcado.

Haechan abrió sus ojos ampliamente y se puso rojo de vergüenza.

— Lo siento, Mark, no, no, yo-

— Por eso te lo recuerdo hoy, porque es mañana— Mark levantó la tapa de la caja, mostrando el pastel con frutillas que decía "Feliz aniversario", escrito en chocolate—. Admiro la letra del pastelero, yo no puedo escribir ni mi nombre así de bonito.

Haechan soltó una risa y quiso golpearlo por haberlo asustado con algo así, por un momento si se había sentido mal.

— ¿Por qué hay un pastel de aniversario el día anterior a nuestro aniversario?

— Porque es para después de la cena romántica que vamos a tener, me quedaré la noche contigo y ya pasadas las doce será oficial. Duh.

Se miraron hasta que Haechan sonrió de forma tonta.

— ¿No serás muy bueno conmigo no? — preguntó, haciendo que Mark no entendiera del todo, pero que una parte se sintiera halagado—. Demasiado bueno para mí.

— ¿Quién eres tú para decir que tanto de "bueno" mereces? Mereces más que yo.

Haechan negó.

— Merezco menos que tú.

— Error— dijo Mark, buscó una silla y se sentó a su lado—, por cierto, ¿Mencioné lo de la cena romántica, no? — Haechan asintió—. Bueno, es pollo frito.

— Oh— Haechan estaba dispuesto a hacer el chiste, pero Mark habló más rápido.

— Y velas románticas de mentira porque no me dejaron incendiar el hospital— Mark sacó del bolsillo de su abrigo unas velas pequeñas, a batería, con un pequeño foco de luz que imitaba a una llama pero de forma muy mediocre.

Chemo - MarkhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora