TE TENGO

10-CELOS

-Tienes que comer o te dará gastritis-instó Xiao Zhan acercándole el plato

-¡Ño! ¡Ño quiero!-respondió el menor haciendo pucheros

-Por favor...hazlo por mí Didi-insistió

-Ñoooooo no me gustan las verduras-dijo Wang Yibo volteando el rostro

-¡Come de una maldita vez antes de que me enoje carajo! ¡Si no abres la boca en este preciso instante no dejaré que estés dentro de mí por más de un mes!-amenazo entregándole el plato de brócoli saltado

-Zhan-ge malo...no sabes tratar a un pasiente que fue brutalmente golpeado-se quejó haciendo ojitos de cachorro

-¡Eso fue hace dos semanas! ¡Ya se  anuncio el compromiso, te mudaste a mi departamento e incluso te he consentido como si fueras un niño! ¡No sigas probando mi pasiencia!

-Sí Gege me da en la boca comeré-pidió Yibo abriendo su boca

-¿Lo prometes?

-Sí-sonrió el castaño

-¿Hasta el último brócoli?

-Sí

-Bueno...-suspiro Zhan

Así habían sido sus días desde que Wang Yibo había sido secuestrado, y rescatado de las manos de Wen Han.

Xiao Zhan preparaba la comida preferida del engreído castaño, curaba sus heridas y lo bañaba. Durante las noches dejaba que ese león descarado lograra satisfacerse con él, y lo acompañaba todo el día.

En pocas palabras, el menor era el centro de su mundo, muy eso era justamente lo que ese travieso quería. Literalmente no había sido necesario encerrar al azabache para tenerlo completamente solo suyo, o amarrarlo para que no saliera.

En cuanto Wang termino de comer, se cepillo los dientes y se sentó en el sillón a esperar al mayor, con el pretexto de que lo quería sentado en su regazo por qué necesitaba su calor.

A penas Zhan se sentó con su pijama de zanahorias, el castaño empezo a acariciarlo por debajo de la ropa  y a apretarlo para que sintiera su miembro duro y palpitante. Cómo era últimamente, Xiao cedió dejando que el menor lo tomara en el sillón hasta caer desmayado en su quinto orgasmo.

Pero nada dura para siempre, y esa sensación de tener controlado a su prometido termino pronto.
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Xuan Lu caminaba por la plaza enfurecida consigo misma. ¿Por qué tenía que ser tan insegura? ¿Por qué seguía teniendo sentimientos por Cao Yuchen si él ni la miraba?

El único que era sincero con ella y la protegía era su casi hermano Mayor, Xiao Zhan. Y luego de tantos días sin saber de él, quería agradecerle por acompañarla en todo ese asunto sin haberla cuestionado.

La muchacha compro muy emocionada el pastel favorito del azabache, y alistó para darle la buena noticia de que regresaría a Estados Unidos y aceptaría casarse con quién sus padres eligieran.

Pero sus planes se vieron interrumpidos cuando al cruzar la calle choco por accidente con un hombre alto.

-Lo siento-se disculpo inclinándose

-¿Lu? Hola, soy Yuchen...¿Me recuerdas?-cuestiono sonriendo

<<Me lleva la que me trajo!!!>>

-Ho-hola... sí...

-Te vi el otro día en el restaurante con tu novio, peor no pude acercarme por qué salieron muy rápido-comento acompañándola a terminar de cruzar