TE TENGO

1-LA PROMESA

▪️▪️▪️▪️Diez años atrás...▪️▪️▪️▪️

Wang Yibo tenía a penas diez años, cuando entendió lo difícil que era la vida.

Para un niño, que aún conserva inocencia en su alma. Toparse con la imagen de su padre luciendo sus ropas ensangrentadas, y apuntando con su arma, a un cuerpo sin vida...Era sin duda la peor experiencia que podía tener.

El menor de los Wang, había vivido una niñez cálida y tranquila. Con una madre cariñosa y un padre que siempre cuidaba de su bienestar. Parecía que todo era perfecto, hasta aquella noche, en que su mundo cambió.

Cuando sus ojos se encontraron con las pupilas dilatadas de su padre, y esa sonrisa sanguinaria, que muchos jefes de Mafia llevaban tatuada en el rostro. Sus años de inocencia estaban perdidos.

Al llegar a la escuela, sus emociones eran un caos, y sentía que solo era cuestión de tiempo, para que toda supieran quién era, y lo odiarán.

Aquel niño alegre de cabellos castaños, ahora era uno reservado y silencioso, que prefería su soledad a tener amigos.

-¡Quítate!-grito uno de sus compañeros empujándolo al suelo

Wang Yibo se levantó y sacudió, para seguir su camino como si nada hubiera pasado, sorprendiéndolos a los demás niños.

-Te lo dije... él no reacciona...

-Es muy extraño...nunca habla

El menor escuchaba los comentarios de los demás, tratando de ignorarlos, y de vitar el dolor, que cada vez se hacía más presente.

-¿Estás bien?-cuestiono un muchacho acercándose preocupado

Yibo alzó la mirada, y se encontró con el rostro más hermoso que alguna vez pudo haber visto. Ojos color avellana resaltaban bajo esa capa de cabello azabache desordenado. Labios rojos, decorados por un lunar del lado izquierdo del labio inferior. Y sin darse cuenta, el niño ya estaba mirando atontado y sonrojado a su mayor.

-¿Cómo te llamas?-insistió el azabache

-Yi...-ni siquiera tenía palabras para poder comunicarse. Quería decirle su nombre, pero su boca no respondía

-Pues Yi, mi nombre es Zhan...y tu pierna está herida...¿Me dejas curarte?

Wang Yibo miro sus piernas, y noto que debajo de su uniforme se estaba marcando su sangre, traspasando la tela. Estaba tan distraido, que cuando el niño lo empujó, no se dio cuenta de su herida.

Zhan lo tomo de la mano, y lo llevo hasta una de las banquitas del jardín de la escuela. Saco de su mochila un pequeño botiquín y con mucho cuidado, fue subiendo el pantalón hasta dejar expuesta la rodilla del castaño.

-¿Cuántos años tienes?-pregunto Yibo apretando su brazo, cuando el algodón tocó la herida

-Tengo trece...¿Y tú?

-Yo tengo diez...¿Entonces puedo decirte Gege?-hablo el menor emocionado

-Claro, Didi...-sonrió Zhan mostrando sus dientes de conejo

-Tú...¿Yo te agrado?

-¿Qué pregunta es esa? Por supuesto que me agradas...eres un niño muy lindo-dijo el azabache peñiscando su mejilla

-A los demás no les agrado por qué no hablo mucho...dicen que soy demasiado serio y que mi mirada es fría...¿Te parece que mi mirada es fría?... Tú eres muy lindo...Como un conejito...

-Hahaha...bueno, sinceramente me parece que si hablas, y mucho. Pero si es solo por esta vez, creo que no debería importarte lo que digan. Las personas que te juzgan sin conocerte deben ser ignoradas-indico el mayor