TE TENGO

8-XIAO ZHAN

Aviso: Este capítulo tocara algunos puntos importantes para que conozcan un poco más del personaje, presentará escenas violentas y un poco crudas. Recomendación, no coman mientras leen...A menos que sea leche y galletas 🍶🍪🍪
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-Por favor...no me lastimes...-pidió Xiao Zhan llorando

Un niño de piel lechosa y labios rosados, lloraba asustado en una esquina de la habitación oscura donde lo tenían.

Con solo once años, el menor de los Xiao había vivido una vida normal, alejado del negocio de su padre. Si bien Xiao He Peng tenía mucho poder, no quería obligar a que sus herederos se vieran comprometidos con continuar en esa vida tan peligrosa.

Xiao Zhan estaba oculto de sus enemigos, pero en un descuido, el niño fue secuestrado por el en ese entonces, chófer del menor.

Una vez en manos del asesino, este llamo a los Xiao exigiéndoles dinero y la facilidad de salir del país. Y mientras estaban en las negociaciones, Zhan era maltratado por el hombre en el que una vez confío.

Su nombre era Liu Yin, y él conocía la perfección las rutinas del niño y sus temores. Encerrándolo en una habitación lo dejo sin comer por tres días en los que lloraba y su cuerpo se ponía más débil. Así podía mantenerlo más controlado.

Cuando por fin hablo con los Xiao y les dio su propuesta, He Peng acepto con un plan bajo la manga para matarlo, sin embargo alguien se adelantó.

Liu Yin, entro donde estaba el azabache, con esos ojos color avellana y ese rostro tan bonito que lo caracterizaba. Muchas veces en su mente perversa había deseado al hijo de los Xiao, y ahora que lo tenía, lo devoraría antes de entregarlo a su familia.

Liu Yin tomo a Zhan de los cabellos y lo recostó sobre el suelo empezando a quitarle la ropa. El niño que hasta ese momento no entendía lo que pasaba, sintió como una parte de su cabeza hizo un sonido de clic ante el peligro.

Vio a su alrededor como si buscará algo, percibiendo incluso los olores y los sonidos cercanos. Su vista se dirigió al cuchillo con el que el mayor lo amenazaba mientras iba quitándose su propio pantalón, y salto arrebatándole el arma por sorpresa, y apuñalándolo en el pecho.

Liu Yin cayó al suelo apretando la hemorragia para detener el sangrado, y un furioso Xiao Zhan se subió sobre él, enfrentándose a su secuestrador y clavando el cuchillo una y otra vez hasta que el cuerpo debajo del azabache se hizo irreconocible.

Cubierto de sangre, el pequeño Zhan se vistió y camino por el lugar, hasta llegar a una diminuta cocina. Se lavó las manos y el rostro. Saco una rodaja de pan para empezar a comer como si nada hubiera pasado. Al terminar, se asomó por la ventana y vio las calles para encontrar la dirección.

Era una suerte que Xiao He Peng lo entrenara, para que se aprendiera todos los números de su familia. Llamando a su padre, le indico donde estaba y al llegar con el menor, lo vio bañado en sangre y con la mirada oscura.

En la habitación, se encontraba el cuerpo sin vida de Liu Yin, y ni en los años que llevaba el Jefe de la Mafia Xiao ocupándose de asesinatos, había visto una escena tan cruda.

No solo estaba acuchillado en todas partes, su rostro desfigurado y  los ojos cortados con algunos de los órganos esparcidos cerca del cadáver, lo hicieron retroceder para voltear a ver a su hijo.

Xiao Zhan ya tenía la misma mirada dulce y sonriente de antes. Parecía como si no fuera consciente de lo sucedido y corría por todos lados jugando con un avión de papel.

El señor Xiao, decidió no hablar más del tema y solo llevarlo a que lo viera una psicóloga de la familia, quien no encontró nada malo en el inocente niño que solo hablaba de películas y dibujos. Como si ese momento de su vida hubiera sido borrado por él mismo.