CHICA MALA [Adrien Agreste y _____]

『』Problemas『』

Cuando el modelo vio a la chica irse corriendo, dejándolo con el gato en sus manos, se quedó ahí parado, sin saber qué hacer.

Vio cómo su chofer lo estaba esperando en un lugar parqueado, pues la trancadera ya había avanzado. Ahora la pregunta era ¿Cómo les diría a Natalie y su padre que había traído un gato a la casa?

De seguro lo matarían, y de ninguna manera lo dejarían tenerlo. Notó que el minino se movía en la jaula, aún estaba algo mojado, y estornudaba.

—No me reemplazaras por esa cosa, ¿verdad? —habló el kwami.

—No sé qué es lo que voy a hacer con él, plagg —dijo algo preocupado

—Para empezar, nunca debiste venir a ayudar a esa loca chica —el mini gatito se cruzó de brazos—. ¿Viste como los derribo? Y sin tu ayuda.

—Pero yo solo quería ayudarla, no pensé que fuera tan... tan ruda. No debí meterme en esto —suspiró.

—Ahora tendrás que tenerlo, si no quieres morir en las manos de ella.

En verdad el rubio estaba en un dilema.

Por un lado, si su padre descubría que había traído un animal, de inmediato le llamaría la atención y muy seguramente se libraría del gatito, y hasta era capaz de castigarlo

Pero si en dos días no le entregaba el mínimo a la chica, esta lo mataría a golpes, y muy seguro se enojaría, no quería eso, sufriente fue ver como torturó a esos dos chicos que incluso eran mayores que ella. 

Estaba entre la espada y la pared.

—¡Adrien, regresa! —se escuchó dar un leve grito a Nathalie.

El mencionado tuvo que subir la cuesta con la jaula en sus manos y una expresión de preocupación en su cara, ni siquiera se dio cuenta que encima de la jaula, aún estaba la chaqueta de la chica.

Cuando llegó frente la asistente de su padre, esta lo miró muy extrañada.

—Adrien, ¿Por qué te saliste del auto? —se sorprendió—. ¿Y me quieres decir qué es eso?

—Oh, pues... —rio con nerviosismo—. Vi a una amiga siendo agredida y fui a ayudarla.

—Pero si ella se defendió sola —al parecer, la mujer también había visto parte del espectáculo—. Explícame qué es eso, ¿Por qué traes esa jaula con ese animal?

—Oh, sucede que... —en verdad no sabía qué decir— lo rescatamos de esos sujetos, pero ella me dijo que no podía tenerlo, por eso me lo dio.

—Sabes que tu padre nunca lo aceptara —movió la cabeza—. No puedes tenerlo, lo siento. Deshazte de él —ordenó al guardaespaldas.

"Si no lo cuidas, te irá peor...".

—¡No! —el rubio dio un par de pasos atrás recordando la amenaza de la peli(c/p)—. Por-por favor... —su voz era un tanto temblorosa—. Ella... es mi amiga y... no puedo fallarle.

—Lo lamento, Adrien —Nathalie habló seca e hizo un ademán; el hombre terminó por quitarle la jaula— . Sube al auto, nos vamos —ordenó.

El modelo estaba sumamente preocupado, tenía que recuperar al animal como a dé lugar, ya después arreglaría las cosas con su padre.

Estaban avanzando, la trancadera ya había desaparecido y el ojiverde tan sólo miraba la jaula en el asiento del copiloto, estando Nathalie a su lado y el guardaespaldas conduciendo.

Cuando finalmente llegaron a la casa, él y la mujer se bajaron para que el hombre siga conduciendo, muy seguramente a deshacerse del felino.

—Sube a tu cuarto a dejar tu mochila y bajas a almorzar —ordenó la de lentes una vez estuvieron dentro.