Mas espinas que rosas 🌹 | EDITANDO | 1 PARTE🖤

Capitulo 4 Más cerca de tí 💞

Después que Máximiliano me había dejado en la habitación del avión, tome una ducha pues me moría de calor y al salir me coloqué la pijamas que el había comprado para mí, al ponermela y verme al espejo del baño note que me veía diferente, aquella pijama era elegante y para nada parecido a lo que yo usaba para dormir, ahí me di cuenta que mi vida cambiaría, que yo cambiaría y no sabía si eso iba ser bueno o malo.

Me coloqué una crema olor a caramelo por todo mi cuerpo y unas pantuflas peluditas color negro, ya había comido, así que por ahí estaba todo bien, barriguita llena corazón contento, esa ducha hizo que me diera mucho sueño, pero en mi mente solo quería verlo y para ser sincera quería que él me viera, me sentía muy linda y eso era muy extraño, si.. me arreglaba y tenía ropa linda, pero por primera vez no solo quería arreglarme para mí, quería lucir bien para él.

Me senté en la cama a desenredar mi cabello que no era tan difícil, pues lo tenía liso, casi lista para salir a verlo!

TOC• TOC• Suena la puerta de forma delicada.

- Pasé! Digo en voz baja y delicada.

- Puedo pasar? dice con vos baja y ronca. ( Abriendo lentamente la puerta del cuarto).

- Si, pasa. Respondo. Me encontraba aún sentada aún lado de la cama cepillando mi cabello.

- Te sienta bien el color negro! Me dice parado en frente de la puerta como siempre con ese porte de chico malo, con una mano en el bolsillo y la izquierda tocando su mentón como de forma pensativa.

- Tienes buenos gustós Massimo! Le respondo.
- Algunas vez habías ultizado ese tipo de pijama? me dice aún parado como una estatua está vez con las dos manos en el bolsillo - Tan osado? Y con bordado? ¡no nunca! Pero está muy hermoso todo, ¡¡Gracias!!.

Se queda callado solo viéndome fijamente de arriba abajo..
- Necesitas algo más? Me dice, ignorando lo que le acaba de decir, me confundía mucho, pues en un momento me decía las cosas más lindas que puede escuchar una mujer y al otro solo me observaba o esquivaba todo lo que le decía.

- No! Respondo.

- Deberías dormir un poco.. te despierto apenas aterricemos. Me dice cerrando la puerta fijándose en todo lo que había en la habitación.

Tenía mucho sueño asi que le hice caso, me coloqué el antifaz que acompañaba la pijama que ahora cargaba puesta y caí en los brazos de Morfeo.

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Máximiliano
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Caminó hacia él mueble y me siento, {Dios Máximiliano que te pasa? La viste allí tan hermosa y no fuiste capaz de acercarte a ella y decirle algo más que solo ( Te sienta bien el color negro). Verla ahí sentada con esa carita de porcelana y tan inocente, me dan ganas de cargarla y solo besarla, me arden las manos por tocar su rostro, su cabello.. ¡¡Dios!! ese olor a caramelo que emanaba de su cuerpo, me tenían mal y lo único que hice fue mandarla a dormir y cerrarle la puerta, sin prestarle atención a lo que me había dicho, pero como lo hacía? Su olor no me dejaba pensar, no me dejaba hablar, las ganas que tengo por dormir a su lado, tocarla y hacerla mía, pero no !! ella es como una niña y tienes que aguantar, tienes que darle su espacio y dejar que el tiempo nos una más, siento que puedo hacerle daño, pues soy impulsivo y no se controlarme, pero tengo que.. tengo que ir despacio con Gabriella, ella no es igual a ninguna mujer con la que e estado, nunca había sentido tantas ganas como las que ahora tengo por ella}.

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Me despierto y veo a Maximiliano sentado en la esquina de la cama mirándome como dormía, que bien se sentía tener toda su atención en mi, - Ya llegamos? Pregunto con vos de recién parada, - Si! Vístete y te espero afuera! Me dice con autoridad. Saliendo del cuarto y dejándome sola en aquel lugar.