Polos Opuestos [Pablo Alborán]

13.- Nos veremos pronto.

LEER NOTA AL FINAL.

—¿Estás bien, Juli? —preguntó minutos después.

—Sí, todo bien. —respondí.

—Te quedaste mirando a la pared como por tres minutos. —respondió sonriendo.

—No me había dado cuenta, lo siento.

Miré mis dedos y una sensación de nerviosismo comenzó a invadirme, ya esto no me parecía tan normal, me empecé a sentir tensa pero creo haberlo disimulado, por ahora.

—¿Te sientes mejor ahora, eh... Después del café?  —preguntó.

—Sí, realmente sí. —volví a posar mi mirada en mis dedos— Gracias.

—¿Por qué? —sentí que se acercaba sólo por el cosquilleo en mis palmas.

—Por venir. —dije sin detenerme a pensarlo ni un segundo.

—Puedo venir cuando quieras. —Me obligué a levantar mi mirada y lo encontré sonriendo, mientras yo sentía temblar mi labio inferior.

—Eh... Claro.

¿Claro qué?

No respondió y comenzó a sonar el intercomunicador. Había olvidado de que  vendría Sandra.

—Ya vuelvo. —susurré sin poder mirarlo.

—Si quieres me marcho ya, no hay problema. —dijo.

—No te preocupes. —intenté sonreír.

Tras abrirle a Sandra esperé a que subiera. Y ambos en absoluto silencio. Empecé a sentir su mirada mientras hacía el torpe intento de distraerme.

El timbre sonó segundos después y corrí a abrir la puerta. San entró apresurada y me abrazó.

—Ju, ¿Cómo estás? —preguntó rápidamente.

—Eh... Bien. —respondí obviando que Pablo estaba a unos metros por detrás de mí.

Microsegundos después San lo notó.

—Umm. Hola, Pablo. —dijo como si no entendiese. Era normal.

—Hola, Sandra. ¿Cómo estás? —dijo acercándose— Yo ya me iba.

—Bien ¿Y tú? —respondió aún extrañada.

Yo estaba mirándolos en absoluto silencio, sin moverme, nada.

—Bien, gracias. Eh, me voy.

—Está bien. —dijo San.

—Nos vemos, Juli. —dijo haciéndome reaccionar.

—Sí, claro. Gracias por todo. —hice una mueca parecida a una sonrisa.

—Adiós, Sandra. 

—Nos vemos. —respondió.

Antes de que saliese San lo frenó.

—Ven el viernes, es el cumpleaños de Ju. —dijo sonriendo.

—¿En serio? —San asintió—  Nos vemos el viernes, entonces.

Y se fue.

—"Ven el viernes, es el cumpleaños de Ju" ¿En serio, San? —pregunté.

—Tienes que contarme, pero vamos a hablar antes.

Me llevó al sofá.

—Cuando tu hermano me llamó la primera vez tú estabas muy triste, incluso, en ese momento estabas llorando. Yo no sabía quién era. Creo que nunca me habías dicho que tenías hermanos, me sentí horrible por no conocerte nada. Él me llamó, no sé cómo consiguió mi número pero lo hizo. Me preguntó por ti, obviamente. Estaba muy preocupado, tenía días sin hablar contigo. Por eso lo hizo. Me dio su número, correo y todo. Ese fue el papel que se cayó. Fue un despiste mío. Había prometido a John no decirte nada sobre el contacto que manteníamos, para hablar de ti, y lo hice semanas. Él te quiere, Ju. Y yo también. Ambos estábamos y estamos preocupados por ti. Sé que no te conozco casi, perome voy a estar cuando puedas permitírmelo. También sé que estuvo mal pero...