Capítulo 14

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Quiero volver a verla sonreír.

- Vamos Emma, tu eres la mejor en educación física. - El profesor intentaba animarla. 

- No puedo trabajar. - Ella renegaba.

Ya habían pasado los días y cada vez Emma se debilitaba.

El profesor le tocó obligarla a pasar adelante para hacer unos ejercicios, no eran muy difíciles aunque requerían de fuerza y condición, pero cuando ella se refería a que no quería trabajar, hablaba enserio. 

- ¡Emma! - Ray y los demás corrieron hacia ella. 

Se había desmayado en el suelo, el sonido del impacto de su cabeza contra la colchoneta fue fuerte, pero al menos era colchoneta. 

- Raúl, llévala a enfermería. - Ordenó el profesor sacándole la rabia a Ray.

- ¡Ella le dijo a usted que no quería trabajar! ¡Si la vuelve a forzar lo acusaré con coordinación! 

- Si ella dice que no quiere hacer un trabajo, no la fuerce. ¿Entendido? - Ray Le hizo una mala mirada y la recogió con cuidado poniéndola entre sus brazos. 

- ¿Qué? - Emma despertó en la enfermería en una de las camillas, todo estaba vacío y en silencio. - Auch. - Noto un leve dolor en su cabeza. 

- ¿Cómo te sientes? - Llegó un enfermero tomando nota.

- Bien, solo un poco de dolor y mareo... - Dijo confusa. - ¿Cómo llegue aquí?

- Oh, te trajo tu compañero Rolando. - Sonrío el.

- No tengo compañeros que se lla- Emma entró en razón. - Ah, fue el.

- Entonces solo ¡¿Se desmayó?! - Barbara movía a Ray de un lado a otro y este asintió. -  ¿Y por qué la dejaste ahí sola?

- No pensé que le gustaría mi compañía, estuvo evitándome estos días y no la culpo; Ignora mis mensajes, mis disculpas o cualquier cosa que le diga, solo se esfuerza para no tener que interactuar conmigo y cuando lo hace... No es con una buena actitud... - Contestó avergonzado pero no lo demostró.  

- ¿Así no era como tu te comportabas con ella? - Preguntó Gillian y todos la voltearon a mirar. 

Ray no respondió nada y solo bajó su cabeza. 

- Te avergüenza hablarle a ella con sinceridad, ¿No es así? - Este seguía en silencio. - Mientras más sigas así, las cosas tardarán en arreglarse, tu tienes el poder de la situación, tómalo.

Gillian a pesar de su extrovertida personalidad, parece ser una chica que no se fija en los detalles o se basa en pistas, pero es todo lo contrario, es una chica bastante observadora e inteligente, aunque Ray era tan inexpresivo que averiguar lo que quería o sentía en realidad, era todo un reto.  

- Sabe señorita, mi esposa me recuerda mucho a usted. - Admitió el enfermero y Emma lo miró intrigada. - Tienen esa misma personalidad aventurera y feliz, no dejes que cambie por sucesos del pasado. 

Esto la dejó pensativa. 

- ¡Vinimos por ti flaca! - Llegó Gillian junto a Lucas y los demás, el mayor alzó a Emma recargándola sobre su espalda y el enfermero se despidió. 

Otro ambiente incómodo y silencioso, Emma y Ray estaban sentados juntos en la parte trasera del auto, la peli naranja miraba la ventana. 

- Yo... Am... ¿Te dio alguna indicación el enfermero? - Preguntó Ray un tanto nervioso. 

- Agua y reposo. 

- Que bien y... ¿No es nada grave, verdad? - Emma negó. - Genial... - El emo la miró, tenía algo que decirle pero no estaba seguro si ese era el momento. - Emma yo...

𝑶𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒐𝒔 / 𝑹𝒂𝒚𝒆𝒎𝒎𝒂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora