𝑶𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒐𝒔 / 𝑹𝒂𝒚𝒆𝒎𝒎𝒂

Capítulo 16

Pintemos juntos.

Todos ya estaban en la casa de Lucas, pidiendo disculpas tanto a Emma como al mayor.

- ¡Perdón enserio flaca, me dejé llevar, es que no pude evitarlo! - Gillian le rogaba a esta.

- Ustedes se embriagaron, sin mi supervisión y en el cumpleaños de su prima, merecen un castigo. - Dijo bravo el mayor. - ¡A sus habitaciones! ¡Ahora!

Todos subieron un tanto decepcionados. El día domingo pasó hasta que llegó el lunes, otra vez.

Como gracias a Ray, Emma estaba en la galería expert, su forma de agradecerlo era invitándolo, tanto a la galería como a ser parte de ella, en resumen Emma lo invitó a hacer un cuadro juntos después de la escuela.

- Perdónanos Emma, estuvimos mal, jamás te volveremos a dejar sola en una fiesta. - Anna, Gilda y Nigel se disculpaban con ella.

- Ya tranquilos, igual no la pasé tan mal... - La peli naranja llamó la atención de todos.

- Pero si estuviste sola... - Dijo Violet.

- En realidad....

- Hola Emma. - Interrumpió Ray llegando de la nada.

- Oh, hola. - Sonrió.

- ¿A qué horas nos encontraremos en la tarde? - Preguntó, todos miraron con confusión a Emma suponiendo otra cosa.

- Ehhh... ¿A-a qué te refieres?

- ¿Ya lo olvidaste?

- ¡Ay perdón! - Logró recordarlo. - ¿Qué tal a las 4?

- Hecho, te veo allá. - El emo se despidió moviendo su mano, Emma hizo lo mismo con una sonrisa risueña.

- ¿Para qué se van a encontrar ustedes dos en la tarde? - Violeta se acercó con los demás hacia la peli naranja.

- Ehhh... ¡Pinturas! - Dijo y salió corriendo para evitar más preguntas.

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Ya era más tarde y Emma se encontraba en casa junto a su prima.

- Ray estuvo contigo en la noche de tu cumpleaños, no es así? - La de gorro la miró y Emma abrió sus ojos en grande. - ¿Pasó algo entre ustedes?...

- ¿QUÉ? No, no, no pasó nada.

- Aja... Flaca sé que me estas mintiendo. - Esta se acercó. - ¿A caso ustedes se......?

- ¡NO NO NO, NUNCA HARÍA ESO! ¡Tengo pareja, Gillian!

- Y si no tuvieras... ¿Lo besarías?

- ¡BASTA! - Emma se encerró en su baño tapándose los oídos.

El tiempo pasó y ya era hora de que ambos se encontraran, era en un salón de arte espacioso para trabajar libremente.

- ¿Qué traes puesto? - Emma miró confusa a Ray.

- ¿Esta mal? - El se miró a si mismo.

- No, te ves lindo. - Contestó ella hasta darse cuenta. - QUIERO DECIR, NO ESTA MAL, sucede que... Vamos a t-trabajar con pintura, lo más probable es que se dañará tu ropa.

- Ya veo... Pues ya que. - Se encogió de hombros. Ambos miraron el gran lienzo, no tenían en claro que iban a hacer, solo era improvisar. - ¿Tienes alguna idea?

- Realmente... No. - Se rascó la cabeza. - Aunque siempre hago una clase de ejercicio para inspirarme...

Emma siempre solía lanzar pintura al azar sobre el lienzo, era una extraña costumbre que siempre le funcionaba, después de mancharlo casi todo, ella encontraba conexiones en las líneas de colores, así podía imaginar o visualizar lo que fuera.