𝑶𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒐𝒔 / 𝑹𝒂𝒚𝒆𝒎𝒎𝒂

Capítulo 31

- La pregunta sería "¿Quién eres?" No es un objeto. - Contratacó Emma hacia su padre.

- Como sea. - Yuugo no le prestó atención y esperó respuesta de él.

- Eh... Soy Ray, un gusto señor. - Extendió su mano hacia el mayor.

- Te conocí de feto niño, eres más feo de lo que esperaba. 

Emma pateó con fuerza la pierna de su padre. - Lo siento, él no quiso decir eso... 

- Y tienes como complejo de emo, pareces un... 

- Papá detente. 

- Cíclope somnoliento. - Chasqueó él. - Te diré así en adelante. 

Emma arqueó una ceja. Sí bien, claramente no era agradable lo que su padre estaba diciéndole a Ray, pero Yuugo siempre suele ponerle apodos a personas quienes considera especiales o de su familia. 

- Y con todo respeto, usted tiene cara de viejo, víctima número uno donde el rayo cae. - Dijo Ray con la sinceridad del mundo, todos quienes veían la escena se taparon los ojos por lo que probablemente pasaría, Diana comenzó a rezar por Ray y Emma sujetó a su padre para que no le hiciera daño. 

Pero en vez de todo eso el mayor comenzó a reír a carcajadas. - ¿Lo del rayo lo dices por las canas? - Ray asintió. - Mocoso, tienes buen sentido del humor, me agrada. 

Todos suspiraron aliviados y luego Yuugo se acercó amenazantemente hacia Ray. 

- Bien, cíclope somnoliento, quiero mínimo un metro de distancia entre ustedes, nada de contacto físico, puerta siempre abierta si llegan a estar en la misma habitación, no alcohol, no drogas, no malas amistades, influencias ni costumbres. Respeto completo sobre ella, si veo que le tocas un solo cabello sin su consentimiento juro que- 

- Ya basta querido, deja de ser tan paranoico. - Diana alejó a su esposo de Ray, jalándolo de la oreja con un tono de voz forzado.

- ¡Auch, auch, auch! 

- No se preocupen, a veces se pone histérico, pero nada que unas galletas no puedan arreglar. - Dijo Diana sonriente y sacó a su esposo del restaurante. Los demás se miraron entre sí y luego procedieron a reírse. 

Unas horas después ya estaban todos en casa de Lucas. 

- ¡Un metro dije! 

- ¡Pero papá!

- ¡Un metro de distancia entre ustedes o nada!

Al principio se le hizo un poco difícil a Yuugo soltar a su hija con Ray. La realidad es que el antes era más relajado en esos temas, pero después de lo sucedido con Norman, se le hacía difícil de confiar en cualquier chico que entrara en la vida de ella.

- ¡Mi papá me esta volviendo loca! - Exclamó Emma acostándose sobre las piernas de Ray. 

- Bueno, mira el lado positivo, en la escuela no nos puede molest- 

La peli naranja se sentó rápidamente y le tapó la boca. - Shh, así lo puedes invocar, ¿Nunca has aprendido que cuando dices "tal profesor no vino a clase" termina llegando a clase? Pues es lo mismo que con mi papá. 

Ray se burló. - Tienes mucha imaginación, tonta. 

- ¡Pero es la verdad! 

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- Tenemos una nueva compañera chicos, les presento a- La profesora fue interrumpida. 

- ¡AYSHE! - Emma gritó con una sonrisa de oreja a oreja y la abrazó con fuerza.