Rosemary quien tras la muerte de su padre su madre decide irse a vivir en Mistic Falls.
Aclaraciones:
• Esta historia no seguirá completamente el curso de la serie ya que tengo otra historia que si lo hace y no quiero que sea algo monótono.
• Esta h...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al día siguiente Rose lloraba en su cama.
Elena gracias a su súper oído de Vampiro la escuchó perfectamente. Así que decidió entrar a su habitación sin tocar.
—Te vuelves Vampiro y pierdes los modales–Murmuro Rose sin verla.
—Lo siento, te escuche desde mi habitación llorar.
—No estaba llorando es desintoxicación interna–Manifiesta Rose levantándose de la cama.
—Escuche a Damon entrar a tu habitación–Comentó Elena ignorado lo que dijo su amiga–Tu ya estabas dormida.
—Aah, voy a ponerle barrotes a esa ventana–Musito la castaña buscando en su armario.
—Rose no quiero entrometerme ...
—De todas formas lo harás, asi que adelante–Interrumpe mirando a la doppergänger.
—Damon no ha estado bien desde que te fuistes, él parece muerto en vida.
—Es un Vampiro Elena, literalmente son muertos vivientes–Responde Rose acercándose a su tocador.
—Sabes a lo que me refiero Rosé –Nego Elena mientras caminaba a la puerta–Ire a la Mansión Salvatore, te veré más tarde.
Rose asiente y se prepara para darse un baño.
Mientras tanto en la Mansión Salvatore Damon veía el collar de Rose que le había regalado en su cumpleaños dieciocho, el vampiro estaba sentado en uno de los sillones de la sala con un vaso de Bourbon en su mano.
—Tan temprano y ya estas bebiendo–Hablo Stefan bajando los pequeños escalones.
—Es lo único que me ayuda a no ir por ella.–Confesó el azabache sin despegar la mirada del collar.
—Es mejor que beber a las personas–Comentó Stefan sentándose enfrente de su hermano.
—Debiste verla Stefan, parecía otra persona–Murmuró Damon guardando el collar.–Estaba coqueteando con un idiota en el bar, sabes lo nerviosa que se ponía cada vez que me acercaba. ---Farbullo.—Sus mejillas se ruborisaban, podía escuchar su corazón acelerar y siempre trataba de huir para no verla como su rostro se ponía roja.
—¿Te dijo en donde estuvo en estas semanas?–Pregunta con curiosidad.
—No, prácticamente me mando al diablo en cuanto me acerqué a ella–Responde de mala gana.
—Que esperabas, ella piensa que la traicionaste.
—Esta viva Stefan, es lo único que me importa. –Dijo él vampiro dándole un trago a su vaso.
Elena entra sin tocar y ve a los Salvatore en la sala.
—Te vuelves Vampiro y pierdes tus modales–Murmuró Damon al escuchar a la doppergänger entrar sin tocar la puerta.–¿Acaso no sabes tocar?.
