11.

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*Narra Hippo*

Realmente estaba sorprendido.

Era sumamente raro que volviera a recurrir a mí. Como había dicho Astrid, desde que era ella popular, solo hablábamos para las tutorías, el resto del tiempo era eclipsado por Bunny, Flynn y Punzie. Estando dos de los tres presentes, no llegaba a comprender porque me había elegido a mí.

Vamos, hasta podría haber pronunciado el nombre de mi amigo y no me habría resultado tan extraño.

Rascándome incómodo la nuca y bajo la atenta mirada de los presentes, la seguí a la habitación y cerré la puerta aún contemplando los rostros llenos de incertidumbre. Aún con las palmas apoyadas en la lisa superficie de la puerta, me di cuenta que ni yo mismo sabía nada. Como bien decía Sócrates, sólo sé que no sé nada.

-¿Sabes…? - Estuve a punto de contestar negativamente porque era justamente lo que estaba pensando, pero su voz lastimada hizo que me precipitara hacia ella. No sé cómo o porqué no me había fijado antes, pero los rastros del incidente se marcaban en su ya de por si pálida piel, en su mirada desgastada y en las ojeras que empezaban a oscurecerse bajo sus ojos. Es increíble como en tan sólo unos segundos todo puede cambiar. Quizá si hubiera salido antes de casa, no habríamos llegado tarde al bus y Norte no nos habría regañado. Quizá si el médico no hubiera llegado tarde y yo no hubiese sido prematuro, mi madre no habría muerto por complicaciones en el parto… Elsa estaba sentada apoyada en el cabecero y abrazando sus rodillas. Su pelo platinado enredado y aún levemente mojado, caía desordenado en muchas direcciones.- Me duele mucho Hippo. – Todas las lágrimas que había retenido en su menudo cuerpo, llegaron a la vez a su rostro, y miles de ellas se precipitaban por sus mejillas en un agónico viaje. – Me duele mucho aquí. – Dijo apuntando hacia su pecho con el dedo índice, temblando, refiriéndose a su corazón. – Me duele haberle hecho eso a las personas que más amo. Yo fui la causante de todo y gracias a mí todos sufren. A veces… pienso como sería mi vida si no hubiera sido tan estúpida. – Su llanto hacía que su voz se trabara. Yo simplemente no sabía que decir, estaba tan sorprendido de ver a Elsa llorar después de tanto tiempo y se hacía tan doloroso, que llegué a pensar que también yo comenzaría a llorar.

- Elsa. – Dije serio. Tomé suavemente su rostro para lograr que alzara la cabeza y pudiera verme a los ojos. -  Tienes que dejar de culparte por lo que pasó. – Sus ojos transmitían dolor y miedo en una mirada vidriosa.- Si, lo que te pasó es algo muy doloroso, algo que ya no podrá solucionarse, pero si puedes superarlo. Y Elsa, - dije mirándola a los ojos – no estás sola. Eres importante para todos nosotros.

- Es que es eso. – Dijo en medio de un sollozo. – Yo solo lastimo. Hago daño a las personas que más quiero.

- La única perjudicada cuando escondes tus sentimientos, intentando demostrar que nada te importa y que estás bien, eres tú. – Cogiéndola de la mano la arrastré hasta estar delante del espejo que había en el tocador del camarote.- Mírate, ese dolor que hay en ti jamás desaparecerá si te sigues culpando.

- Algunas veces pienso en cómo sería mi vida y la de mis hermanos si el accidente no hubiese ocurrido.- Frotó sus ojos para  secar las lágrimas e intentar calmarse. Antes de que yo dijera nada, ella misma volvió a hablar. – Es mentira. No hay día, hora ni minuto dónde no piense en ello. Hippo, extraño mi vida. Extraño todo, hasta cuando se enfadaban conmigo. – Dijo volviendo  a llorar. Entonces tomé sus manos y tiré de ella para darle un fuerte y duradero abrazo.- ¿Recuerdas el día que nos conocimos? – Susurró en mi oído.

*Flashback*

- En serio papá, ¿teníamos que salir en medio de este frío solo porque tenías ganas de visitar a un amigo? – Dije refunfuñando. En pleno invierno, en medio de tanta nieve. Llevaba como mínimo tres bufandas y cuatro abrigos, parecía una pelota andante. Ya que no tenía con quien dejarme esa fría mañana, había decidido llevarme con él. Qué suerte la mía…

Marriage project (Jelsa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora